La Consellería de Cultura ha notificado al Concello de Sada su decisión de abrir un expediente sancionador a los herederos del dictador Francisco Franco tras las denuncias por el incumplimiento de su obligación de abrir el pazo de Meirás durante cuatro días al mesincumplimiento de su obligación de abrir el pazo de Meirás. El Concello de Sada celebra que la Xunta de Galicia haya incoado el expediente y avanza que pedirá a Patrimonio que imponga la "máxima sanción" a los propietarios de este Bien de Interés Cultural (BIC) por su "contumaz y reiterado desprecio a las resoluciones de las administraciones públicas". "Existe continuidad y persistencia en la conducta infractora y reincidencia, lo que debería ser motivo de una sanción importante con estos agravantes", argumentaba ayer el concejal de Turismo, Xosé Lois Suárez Becerra (BNG).

El edil expresaba ayer su confianza en que el Gobierno gallego aplicará la máxima sanción y que destinará los fondos obtenidos "a la investigación del patrimonio cultural, restauración y puesta en valor de los bienes culturales públicos de Galicia".

La Xunta todavía tramita el expediente y, de momento, no hay una propuesta de sanción. La ley de patrimonio establece multas de entre 300 a 6.000 euros para los propietarios de BICs que impidan las visitas, aunque será el expediente el que determine si se produjo o no un incumplimiento, según recalcan desde la Consellería de Cultura.

La apertura del expediente estuvo motivada por la imposibilidad de reservar cita para visitar el pazo vía telefónica. El número que facilitaban las personas contratadas por los Franco para gestionar las visitas permaneció varias semanas inoperativo. Según la empresa, por un problema con la compañía telefónica. Los encargados de realizar los itinerarios manifestaron a este medio que en ningún momento se había interrumpido el servicio y que el correo electrónico había permanecido siempre operativo, un extremo que el Concello niega.

El Gobierno local de Sada denuncia desde que tomó posesión los incumplimientos de los propietarios del pazo de Meirás y ha pedido sin éxito a la Xunta que permita que sea el Concello el que asuma la gestión de las visitas.

El Gobierno gallego abrió ya un expediente a los Franco hace un año, pero finalmente lo archivó tras argumentar los propietarios del pazo que había sufrido un problema técnico puntual.