Tras las quejas de los colectivos ecologistas, los promotores de la planta de biomasa de Teixeiro han reiniciado la tramitación ambiental para instalarse en el parque empresarial. Los trámites ya no los impulsa Renova, sino el grupo empresarial Greenalia Biomass Power. El proyecto es prácticamente el mismo, aunque presenta pequeñas diferencias con respecto al estudio de impacto ambiental presentado por Renova en septiembre de 2016.

El nuevo proyecto llega después de que los colectivos ecologistas recurriesen el anterior estudio de impacto ambiental simplificado dado que preveía una planta de biomasa de 50 megavatios eléctricos sobrepasaría la potencia máxima de 10 megavatios eléctricos que establece el decreto del 2008 que regulaba el aprovechamiento de la biomasa forestal. Adega incidía en sus alegaciones que esta empresa ya había presentado un proyecto en 2011 en el mismo emplazamiento, pero con una potencia de 10 megavatios.

Los ecologistas alegaron contra el proyecto en 2016 y posteriormente, en diciembre de ese año, la Xunta anunció la derogación del decreto aprobado polo bipartito que regulaba el sector, que incluía en los presupuestos. El cambio fue recogido con satisfacción por la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) y con alarma por colectivos ecologistas como Adega, temerosos de una "oleada recauliptizadora" y que en el momento de presentar su alegación ya manifestaban ya manifestaban hace meses sus sospechas de que el Gobierno de Núñez Feijóo tenía "en la recámara una modificación del decreto 149/2008 para liberar la potencia de las centrales de biomasa".

El estudio que presenta ahora Greenalia Biomass Power la construcción de una planta de combustión de biomasa para la producción eléctrica de 49,913 megavatios que consumirá 546.000 toneladas al año de biomasa recolectadas en la provincia de A Coruña (en el proyecto inicial eran 568.000). La empresa mantiene su previsión de emplazarse en unas parcelas del polígono de Teixeiro que ocuparían en total 89.909 metros cuadrados. La promotora pretende usar la combustión directa en caldera para la generación de vapor con ciclo de Rankine.

El estudio mantiene la previsión de crear cuarenta puestos de trabajo cuando la planta se encuentre a pleno rendimiento. Admite que el proceso de combustión de la biomasa tendrá un impacto certero y de carácter persistente, aunque sostiene que el proyecto contempla un sistema de depuración de gases que mitigará los efectos negativos.

Los promotores reconocen que el consumo de recursos provocará también un impacto certero cuya persistencia se alargará en el período íntegro de la fase de explotación y de magnitud media. Especialmente en lo relativo al consumo de agua. Según recoge el estudio, la planta requerirá un consumo de agua diario de 384 metros cúbicos, que serán cedidos por la empresa gestora del parque empresarial, que dispone de una autorización para la captación de 3.000 metros cuadrados. El volumen de agua que pretende utilizar representa el 12% de la concesión de aguas procedentes del Mandeo al polígono industrial.

El estudio está a exposición pública y los interesados pueden presentar sus sugerencias.