El Consello da Xunta aprobó ayer un convenio de colaboración con el Ayuntamiento fusionado de Oza-Cesuras para impulsar la elaboración de un nuevo plan general. La subvención llega casi tres años después de que la Secretaría Xeral de Ordenación do Territorio se comprometiese a agilizarla para que el municipio "dispusiese a corto plazo de un instrumento de planeamiento de futuro".

En un comunicado, la Xunta avanza algunas de las características que deberá reunir el PGOM y considera "prioritario" que el documento urbanístico "posibilite la implementación de industrias, habilitando para tal fin el suelo industrial que resulte preciso". La advertencia llega tras años sin noticias del anunciado desembarco de Coca-Cola, empresa para la que el Concello había recalificado unos terrenos que amenazaba ahora con desclasificar si la firma no confirmaba su llegada. Tampoco han trascendido novedades sobre la implantación de la planta de biomasa de Ence anunciada durante la fusión.

La elaboración de un PGOM permitirá solventar una anomalía que arrastra el municipio desde su nacimiento hace más de tres años. Y es que el urbanismo en Oza-Cesuras se mide en dos tiempos. El territorio que comprende el antiguo municipio de Cesuras se rige por las normas subsidiarias de 1997 y el de Oza por un plan general aprobado en 2001. La Xunta defiende ahora la necesidad de "poner fin a una situación transitoria que ya se percibe como injusta y discriminatoria" y que "puede causar graves problemas y disfunciones".

El Gobierno gallego insta al Concello a velar porque el nuevo plan general respete la clasificación actual del suelo y la delimitación de los núcleos rurales y urbanos. Abre además la puerta a que se amplíen áreas y se delimiten nuevas "en el caso de darse los requisitos legales". Su advertencia llega después de que el proceso de fusión evidenciase el temor de los vecinos, especialmente los de Cesuras, a que sus tierras se devaluasen.

El Consello da Xunta incide en su comunicado que el nuevo PGOM deberá velar también porque los parámetros urbanísticos (como usos, parcela mínima, edificabilidad, alturas u ocupación de terrenos) "no sean más restrictivos para la construcción que los actualmente vigentes".