La asociación ecologista Adega acusó ayer a la Xunta de "legislar a favor de los intereses empresariales" al allanar el camino para que se instale en el polígono de Teixeiro una planta de biomasa de 50 megavatios. El colectivo recuerda que la Consellería de Medio Ambiente comenzó a tramitar las autorizaciones para la instalación de esta planta, promovida inicialmente por Renova, a pesar de que incumplía la normativa aprobada por el bipartito que establecía un máximo de 10 megavatios por instalación (80 en toda Galicia).

La Xunta derogó posteriormente la norma, liberalizando la potencia y el número de plantas posibles. Adega alegó contra el documento inicial presentado por Renova porque incumplía la normativa en vigor. Como ya informó este diario, solo unos meses después, una nueva firma, Greenalia Biomass Power, comenzó a solicitar los permisos para la planta de biomasa de Teixeiro con las mismas características y ubicación. "Se trata de un clarísimo ejemplo de cómo una administración legisla a favor de los intereses empresariales, otra vuelta al lobby pastero-energético. Si una instalación es ilegal se cambia la ley y el nombre de la empresa y arreglado", ironizaba ayer Adega en un comunicado.

El colectivo alerta del riesgo de la liberalización del sector de la biomasa y del daño ecológico que puede generar la planta prevista en Teixeiro, que consumiría alrededor de 568.000 toneladas al año recolectadas fundamentalmente en la provincia. "Este combustible saldrá de los cultivos energéticos, con el eucaliptus nitens como especie estrella", alerta en un comunicado. Adega incide que las limitaciones al sector iban dirigidas a garantizar la sostenibilidad del proceso, "ya que la quema de biomasa en pequeñas plantas debía ser un complemento a la explotación del monte, y no un fin en sí mismo".

Los ecologistas califican de "suicida" la política de montes del Gobierno gallego. "Es la utopía de Ence: tener a medio país produciendo eucalipto para pasta y otro medio madera para quemas. Un desierto verde regido por los intereses de la pastera". denuncian.

El Gobierno gallego todavía tramita las autorizaciones de la planta. La Consellería de Medio Ambiente analiza actualmente la documentación aportada por la empresa y deberá decidir si exime o no el proyecto del trámite de evaluación ambiental.