Un edificio reivindicado por todos los partidos de la Corporación local de Betanzos bajo la amenaza de la piqueta. La antigua fábrica de la luz, el inmueble modernista diseñado por Rafael González Villar, podría tener los días contados. Como avanzó este diario, la empresa propietaria, Gas Natural Fenosa, ha solicitado licencia de demolición por motivos de "seguridad" dado su avanzado estado de deterioro. La petición de derribo llega tras años de abandono, de inactividad de la Administración ante la progresiva ruina frente a las reiteradas demandas de dotar de protección a una "joya" del patrimonio betanceiro.

El Concello se aferrará ahora a la petición de incluir este edificio en el catálogo de patrimonio autonómico para intentar evitar su derribo. La solicitud fue aprobada por unanimidad en un pleno a instancias de Betanzos Novo, pero podría llegar tarde. El BNG lamentaba esta semana que el Ejecutivo hubiese rechazado durante los últimos años sus demandas de dotar de protección al inmueble diseñado por el mismo arquitecto que ideó el Kiosko Alfonso, el palco de la música, Casa Núñez o el antiguo hospital de tuberculosos de Cesuras y cuyo legado el Concello reivindicará ahora con una ruta específica.

El Ayuntamiento admite que, sin el escudo que otorga su catalogación, los propietarios podrían reducir a escombros esta muestra del modernismo, pero confía en evitarlo alegando que ha iniciado los trámites para su catalogación. La situación guarda similitudes con otros elementos emblemáticos del patrimonio betanceiro que agonizan a la espera de una actuación. La demora en declarar Bien de Interés Cultural El Pasatiempo, pendiente desde 1981, ha llevado también a la Xunta a posponer las ayudas para su rehabilitación. El BIC, fundamental para recabar apoyos, fue aplazado décadas y supeditado hasta ahora a la aprobación del plan general.

La Casa Gótica, considerada la más antigua de Betanzos, fue demolida y su propietario absuelto de un delito contra el patrimonio porque este emblemático edificio carecía de protección singular. La añorada casa de Doña Águeda es otro elemento a sumar a la lista de patrimonio desaparecido tras sucumbir al desarrollismo de los setenta.