"Les agradezco su apoyo económico, que nuestro padre celestial les multiplique todo lo que me han obsequiado. Que Dios los bendiga a todos por su generosidad y su valiosa ayuda para que yo cumpliera mis sueños". Es parte de la carta que llegó hace unas semanas al Concello de Oleiros escrita por Laura Manuela Escobar, una indígena de Guatemala que logró el título de técnico de laboratorio clínico gracias a que el Ayuntamiento financió su formación durante tres años. Ayudar a una mujer como Laura, que se levantaba a las cuatro de la mañana para estudiar antes de ir a trabajar, implica ayudar a una población entera: ella tiene la oportunidad de mejorar su vida pero también mejora la vida de los demás, de todos los pacientes que atiende cada día en el dispensario parroquial de las Mercedarias Misioneras de Bérriz.

El Gobierno de Alternativa dos Veciños lleva treinta años realizando proyectos de cooperación internacional con partidas específicas en su presupuesto para este fin además de organizar campañas periódicas, un hecho prácticamente sin parangón en todo el país. En el pleno de este pasado jueves se aprobó precisamente una ayuda de 7.500 euros de nuevo a las Mercedarias para un proyecto de educación a distancia dirigido a personas sin recursos que así pueden estudiar Primaria, Secundaria y Bachillerato a través de la radio e internet. La otra subvención que se aprobó fueron 10.650 euros para un proyecto de la ONG Solidariedade Galega, donde médicos de A Coruña viajarán a Nicaragua en sus vacaciones para operar a niños.

"Oleiros además promovió, junto a otros concellos, la creación del Fondo Galego de Cooperación e Solidariedade, que ahora cumple veinte años, para luchar contra la pobreza y la desigualdad en el mundo. Durante quince años tuvimos la presidencia, ahora estamos en una vocalía. Hay una cuota mínima según la población, nosotros aportamos algo más de 2.000 euros anuales. Y en el presupuesto de este año además tenemos 60.000 euros para proyectos de ayuda internacional, sin contar con otras acciones que hacemos como recaudar material para enviar a varios países, hacer campañas de sensibilización, promover charlas, trabajar sobre cooperación en los colegios, ceder locales para ONG...", explica Marga Figueroa, que lleva la Concejalía de Cooperación, también un caso singular en Galicia el de tener un área destinada específicamente a ayuda internacional.

La ideología del presidente de Alternativa dos Veciños y alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, está en el origen de esta preocupación por la desigualdad y la injusticia social en los países menos favorecidos. García Seoane estuvo en El Salvador como observador internacional en las elecciones y también fue una de las personas que acompañó por toda Latinoamérica, junto con el otro Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, a la líder indígena guatemalteca Rigoberta Menchú en la campaña para que le concediesen el premio Nobel por su lucha por los derechos de los indígenas.

"Éramos cinco, si pasaba algo nos mataban a todos y era un conflicto internacional, el riesgo era real, menuda odisea vivimos", recuerda Seoane. Pero ese viaje también le sirvió para comprobar qué entidades trabajaban "de verdad" para los demás en esos países, y con ellas Oleiros ha sido fiel en su ayuda. Y muchas de ellas son de carácter religioso. "No soy creyente, pero no soy tonto. Con Rigoberta vi una iglesia con imágenes de campesinos atacando con machetes por sus derechos. Era algo diferente", añade. Y allí Seoane conoció la labor de las Mercedarias de Bérriz y la extraordinaria labor de la monja Rebeca Cervantes. "La cooperación es un sentimiento, una forma de vida, algo vocacional. Lo ves en gente como Rebeca Cervantes que te transmite tanto entusiasmo, tanta alegría, y que es capaz de hacer tanto con tan poco. Me contó que Laura, la que logró el título gracias a nuestra subvenciones, en las prácticas le ofrecieron un buen puesto pero lo rechazó porque quería devolverle a los demás lo que le habían dado a ella, y regresó al dispensario", cuenta Marga Figueroa.

Esta edil muestra absoluta pasión mientras relata algunos de los proyectos financiados y los casos particulares como el de Mirta en Guatemala, otra indígena que gracias a un proyecto de educación a distancia logró ser maestra y da clase en la escuela en la que ella estudió. Este año Oleiros dará otra ayuda a este centro, ya que se le acaban los fondos en agosto.

Oleiros también costeó un proyecto con jóvenes masai rescatadas de la mutilación genital, creó aulas de preescolar en Nicaragua , envió 2.000 pares de zapatos a Ciudad Delgado en El Salvador, ayuda a ONG como Arquitectos sin Fronteras... El pasado mes de diciembre enviaron a un colegio de Guatemala 17 bicicletas que llevaban años en objetos perdidos, además de pupitres donados por un particular. Ahora mismo tienen empaquetado un segundo envío para Nicaragua, también pupitres y encerados de colegios de Oleiros que ya no usan, pero también material escolar donado por particulares, en colaboración con Pescanova. "El director general de Pescanova, Rafael Prieto, se remanga y empaqueta los envíos como otro más, la gente como él es más habitual de lo que parece. Como los maravilloso voluntarios de Oleiros", señala la edil.

"Cuando ves que con poco dinero se hace tanto, tiene tanta repercusión, se ayuda a tanta gente, te sientes satisfecho, pero también impotente, porque conoces otros muchos casos que también necesitan ayuda, nunca acabas. Pero si te gusta este trabajo tampoco quieres terminar nunca. Ahora el obispo de Haití nos envió una carta en la que nos pide una ayuda para reconstruir viviendas allí porque tras el terremoto el año pasado sufrieron el huracán, y vamos a ayudarlos", cuenta Figueroa. Pero sobre la mesa también está ya un proyecto de salud y formación en un hospital de Chiapas (México), una exposición sobre Nicaragua en los colegios... Un trabajo que nunca se termina.