La muerte masiva de gaviotas en el entorno de Oleiros se ha convertido en un misterio con muchas hipótesis sobre las causas. La gran mayoría están apareciendo en la costa oleirense, entre Bastiagueiro, Santa Cristina y la desembocadura del río en O Burgo, pero también se han encontrado ejemplares entre A Coruña y Arteixo, según confirmó ayer el servicio provincial de Conservación da Natureza de A Coruña, que en la semana del 10 de julio recogió a una veintena de ejemplares de gaviota patiamarilla, que trasladó al Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de Santa Cruz. Diez ingresaron muertas, 5 no lograron sobrevivir y 4 se están recuperando.

La Consellería de Medio Ambiente asegura que en el centro de recuperación, desde esa semana de julio, solo entraron dos gaviotas muertas más, pero en toda la provincia han aparecido en este último mes cerca de 90 que fueron trasladadas al centro de fauna de Oleiros.

Junto a los ejemplares que vecinos y técnicos de la Xunta llevan a este centro, hay otros muchos que no se contabilizan, ya que nadie los recoge. Vecinos de la zona de A Pasaxe han mostrado fotografías de varios ejemplares muertos en distintas zonas, desde Beiramar hasta la urbanización Hábitat.

El propio alcalde, Ángel García Seoane, declaró ayer que él como usuario diario de la playa de Bastiagueiro ve "cuatro o cinco gaviotas muertas cada día, incluso araos". Cree que o tienen una enfermedad o son víctimas de contaminación, e incluso apunta como posible causa un sentinazo de petrolero en el puerto coruñés.

Xabier Varela, miembro de Hábitat y de la Sociedade Galega de Ornitoloxía, explicaba ayer que la muerte de gaviotas de estas últimas semanas es tema de debate en foros de ornitólogos. Señaló que en otros casos la mortandad de estas aves se debió a brotes de botulismo y envenenamiento asociado a vertidos. En los primeros análisis de Medio Ambiente se ha descartado la enfermedad o la intoxicación como causa de esta mortandad, pero faltan las pruebas bacteriológicas, que podrían conocerse la próxima semana.

Vecinos de A Pasaxe y Beiramar denunciaban que ayer y la víspera en esa zona existía un olor "como a podrido" o alcantarilla, y que se repite cada poco. Mostraron también una fotografía de un vertido en Beiramar a la ría, de un líquido blanco.También indicaron que ya no se ven araos en la ría pescando.