Este mes de agosto se cumple un año desde que el Concello de Oleiros derribase una parte de dos viviendas ruinosas en la capital municipal, en la calle Francisca Herrera, y después los inmuebles enteros, después de que Unión Fenosa ignorase la petición del Gobierno local de apartar los cables de la luz de la fachada para hacer la obra. Al final lo hizo el Concello porque Fenosa le pedía más de 11.000 euros al propietario de las casas por esta actuación. Después de todos estos meses con los cables colgando y sujetos en postes provisionales metidos en bloques de hormigón y ocupando media acera, con un aspecto penoso, el alcalde, Ángel García Seoane, se ha hartado y ayer anunció que va a denunciar a Fenosa ante el juzgado por incumplimiento de la normativa que le obliga a canalizar bajo tierra el cableado en urbano.

También pedirá al juez el permiso para que el propio Concello pueda manejar ese cableado, que es propiedad de la eléctrica, y lo pueda soterrar. El Concello le pasará la factura de esta obra de canalización a Fenosa, además del expediente sancionador que le tramita.