Ante las peticiones de ilegalización, más de 85.000 firmas en Change.org, la Fundación Francisco Franco no se amilana. En medio de la polémica por gestionar las visitas al pazo de Meirás con el objetivo de mostrar "la grandeza" del dictador, volvió a emitir un comunicado en el que asegura que Francisco Franco "en tanto que Jefe de Estado, ni fusiló a nadie, ni dictó condena a muerte alguna, sino la Justicia". También sostiene que trató a los caídos del Frente Popular "con el inmenso respeto que significa ofrecerles sepultura junto a sus propios hombres" en el Valle de los Caídos.

La Fundación se presenta como defensora de "las víctimas del genocidio del Frente Popular" y asegura que la coalición de izquierdas que ganó las últimas elecciones durante la Segunda República antes del golpe de Estado, "procedió a docenas de miles de ejecuciones". Pregunta a quienes piden su ilegalización por loar la figura de Franco si consideran que Manuel Azaña "fusiló a cada uno de los ejecutados por el Frente Popular, empezando por los de Paracuellos".

La fundación sale a la palestra tres días después de que el Concello de Sada, donde se ubica la que fue residencia de veraneo de Franco, aprobase, con la abstención del PP, pedir a la Xunta que aparte a la Fundación Francisco Franco de la gestión de las visitas a este Bien de Interés Cultural. El Gobierno autonómico ya ha mostrado su disconformidad con que esta fundación sea la responsable de organizar la entrada al pazo, tal como ha decidido la familia.

Negacionismo

Tras el comunicado, la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica da Coruña, que pide recuperar la propiedad del pazo de Meirás, reclamó a la Xunta una denuncia contra la fundación por "un delito de odio". La comisión clama contra "el relato negacionista del genocidio franquista" de la fundación, que "vuelve a equiparar víctimas con verdugos", al pedir "la declaración de genocidio para la matanza de católicos que llevó a cabo el Frente Popular". Para la comisión, la Xunta tiene "herramientas legales para frenar" a la fundación y advierte de que no es casual este "resurgir" del discurso franquista.