La Consellería de Economía, Emprego e Industria anunció ayer mediante el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) que la construcción del nuevo poliducto de Repsol afectará a otras 35 fincas (19 en Arteixo y 16 en A Coruña), que se sumarán a las 133 ya incluidas en el proyecto que se anunció hace un año. La mayor parte de los terrenos están calificados como monte y pradera, aunque en el lado coruñés hay nueve parcelas afectadas que son urbanas. Una parte de los terrenos serán expropiados y otra tendrán limitados sus usos debido a su cercanía a esta infraestructura de transporte de petróleo.

Repsol incluye en el proyecto las dos tuberías para el transporte de crudo y otras nueve tuberías adicionales para ampliaciones futuras para el transporte del resto de los graneles líquidos que emplea la empresa y su progresivo traslado en un futuro. La compañía matiza en el proyecto que el funcionamiento de estas nueve canalizaciones no están incluida en el alcance del proyecto, pero que se incluyen ahora para evitar en el futuro el impacto correspondiente al abrir de nuevo las zanjas. El poliducto también contará con un sistema de detección de fugas mediante cables de fibra óptica, según recoge el plan de Repsol.