El tráfico en la Nacional-550 a su paso por Vilaboa cayó en un 16,8% en los dos últimos años, ya que la Dirección General de Carreteras contabilizó en 2016 una intensidad media diaria de 17.122 vehículos, cuando en 2014 había sido de 20.584. Ese descenso coincide con la apertura a la circulación de la tercera ronda, inaugurada en marzo de 2015, año en el que la caída del tráfico en ese punto de la carretera -recientemente traspasada por el Ministerio de Fomento al Concello de Culleredo en el término municipal- ya fue del 6,8% con relación al anterior, mientras que en 2016 la disminución llegó al 10,1%.

Los datos de los últimos años reflejan un comportamiento variable de la circulación en este tramo de carretera, uno de los más transitados de la comarca, ya que en 2011 el paso medio de vehículos era de 21.115 y suponía un aumento del 5,4% sobre el año anterior, mientras que en 2012 el tráfico caía un 5,7% para quedarse en 19.906 vehículos diarios.

Durante 2013 y 2014 hubo incrementos de la circulación al paso por Vilaboa, aunque, una vez que se abrió la tercera ronda, en los dos años siguientes no solo hubo descensos, sino que además fueron considerables. La opción de poder comunicarse con el aeropuerto de Alvedro a través de la tercera ronda anima a muchos conductores a utilizar esa vía para evitar el paso por Vilaboa, donde los cruces semafóricos ralentizan de forma notable la circulación.

La caída del tráfico en este tramo de carretera favorece el proyecto del Gobierno local de Culleredo de transformarlo en un bulevar mediante la ampliación de las aceras, la supresión de las barreras arquitectónicas, la separación de las zonas de peatones de las de aparcamiento, el apoyo a la ubicación de terrazas de hostelería, la creación de aparcamientos disuasorios y el apoyo al comercio local.

Pero si los vecinos de esta zona de Culleredo se beneficiaron de la puesta en servicio de la tercera ronda, otros se han visto perjudicados, ya que la circunvalación generó un fuerte aumentó de la circulación en la carretera de Ledoño a Cerceda desde que en 2011 se abrió el tramo de A Zapateira. Desde ese momento hasta 2016 el tráfico ha crecido un 50%, ya que esta carretera es utilizada como alternativa gratuita a la AP-9 sin necesidad de transitar por Vilaboa.

Los núcleos rurales de Celas de Peiro y Ledoño han sufrido ya las consecuencias del espectacular crecimiento de la circulación de los 6.088 vehículos diarios de 2011 a los 9.189 de 2016, puesto que se han producido varios atropellos que han animado al Concello a reclamar a la Xunta el aumento de la seguridad en esa vía.