Betanzos cerró ayer sus fiestas con la segunda jira de Os Caneiros. Los betanceiros pudieron disfrutar de la romería en su vertiente más tradicional en una jornada sin apenas incidencias. Solo hubo tres traslados, dos por intoxicaciones etílicas y una tercera por heridas leves, según informó Protección Civil. "Fue una maravilla", celebró uno de los efectivos. Aunque no faltaron las pistolas cargadas de vino, los brigantinos pudieron disfrutar de una singladura tranquila por el Mandeo con sus embarcaciones especialmente engalanadas para la ocasión. Las lanchas pusieron rumbo al campo a partir del mediodía con la animación de las charangas DGT y NBA, que se desplazó en unos patitos que causaron sensación entre los asistentes. Los festejos culminaron en la plaza Irmáns García Naveira con una verbena a cargo de la orquesta Gran Parada.