El presidente de la asociación de vecinos de O Burgo, Ramón Sixto, tomó ayer la palabra en el pleno de Culleredo para reclamar más contundencia contra los propietarios de mascotas que incumplan la ordenanza en vigor. El dirigente vecinal sostuvo que una minoría de los dueños de perros hacen caso omiso a las normas, dejan sueltos a los animales y no recogen los excrementos, actitudes que provocan problemas de convivencia y que podrían provocar riñas.

La asociación reclamó en el pleno que se impongan más multas por parte de la Policía Local a quienes incumplan la normativa. Ramón Sixto exigió más contundencia e instó a actuar "sin contemplaciones" para evitar conflictos en el vecindario. El presidente del colectivo vecinal lamentó la falta de respuesta ante las actitudes "chulescas" de algunos dueños de perros.

Su petición fue secundada por el BNG, Marea y PP. El alcalde, el socialista Julio Sacristán, apoyó también la reivindicación, pero con matices. "Es un problema principalmente de educación cívica", sostuvo. El regidor advirtió que la Policía Local no podía seguir a los dueños de mascotas para garantizar una tenencia adecuada, pero anunció que pedirá a la policía un refuerzo de la vigilancia y "un esfuerzo para sancionar a quien incumple la ordenanza".

La reivindicación de O Noso Burgo no fue el único asunto canino que se debatió en pleno. La sesión debatió también una propuesta del BNG de crear espacios de ocio para perros y establecer un control de las colonias de gatos.

Su moción quedó aprobada con los votos favorables del PP, Alternativa, Marea, Ciudadanos. El PSOE se abstuvo. Sacristán argumentó que el Concello tiene ya un boceto y las localizaciones previstas, pero que se paralizó el proceso dado que está en tramitación una ley gallega que regulará estas cuestiones.

El PSOE pidió sin éxito que la moción quedase sobre la mesa y volviese a debatirse una vez aprobada la ley autonómica. El BNG no accedió a su petición y contó con el respaldo del resto de los grupos de la oposición.

El pleno dio también luz verde a la Conta Xeral de 2016. El Gobierno local destacó que cerró el ejercicio con un superávit de 2,6 millones y un remanente de 6,9, lo que supone un incremento del 24%. El Ejecutivo destacó que el resultado contable le permitirá dedicar más fondos a inversiones y que podría concertar además nuevas operaciones de crédito, dado que cerró 2016 con un ahorro neto positivo de 3,3 millones. La cuenta se aprobó con los votos de PSOE, Marea y Ciudadanos, la abstención de PP y Alternativa y el voto en contra del BNG.