Humedades en los zócalos de los pasillos y en paredes del gimnasio, grietas en la cochera, paneles solares sin conectar y defectos en la instalación de la red de conexión inalámbrica de internet de forma que el cableado estaba mal colocado y no se respetaban los colores ni la norma de conexión. Éstas fueron las deficiencias encontradas por el arquitecto municipal cuando visitó la sede del Servicio de Emergencias y Protección Civil de Cambre en Os Campóns, inaugurada en marzo de 2014. Estas anomalías fueron detectadas durante el plazo de garantía de las obras por lo que el Ayuntamiento acordó la incautación de parte del aval que había depositado la empresa adjudicataria, Proyecta Actividades Profesionales de la Construcción SL, en total 7.000 euros.

El arquitecto municipal del Ayuntamiento de Cambre valoró en esta cantidad, 7.000 euros, las obras necesarias para subsanar estas deficiencias por lo que el Ejecutivo local resolvió incautar una parte de la garantía que había depositado previamente la empresa (en total 9.900 euros) para cubrir este importe. Dicha empresa, además, entró después en concurso.

El Concello de Cambre otorgó a la empresa y a la entidad bancaria que actuó como su avalista, Caixabank, un plazo de quince días para presentar alegaciones pero la constructora las presentó casi una semana después de haber finalizado el plazo.

Fue el administrador concursal de la constructora el que solicitó en las alegaciones que presentó ante el Concello la autorización para reparar los desperfectos detectados y paralizar así la incautación del aval.

El arquitecto no obstante redactó un informe en el que proponía rechazar esta solicitud del administrador concursal porque se había presentado fuera de plazo. Por esta razón la Junta de Gobierno Local acordó no admitir a trámite las alegaciones presentadas e incautar el aval.

Las deficiencias en la sede del edificio de Protección Civil en Os Campóns aparecieron al poco tiempo de ser inauguradas, en marzo de 2014.

Ante las dificultades para localizar a la empresa, que había entrado en quiebra, el Concello tuvo que hacerse cargo de algunas reparaciones de forma inmediata para que el servicio de Emergencias y Protección Civil funcionase correctamente, y mientras no se resolvían los trámites administrativos para lograr la incautación del aval.