Los vecinos de Arteixo y A Coruña se han levantado en armas contra la planta de residuos que la empresa Gesmaga pretende construir en dos parcelas al borde del Camiño dos Romeiros, en las proximidades de Santa Icía. A las críticas también se han sumado todos los grupos políticos de los dos municipios, salvo el Partido Popular.

Los residentes rechazan la ubicación de la instalación debido a la cercanía de varias poblaciones y al posible impacto ambiental que tendrá. La última palabra sobre el proyecto la tendrá la Consellería de Medio Ambiente, que anunció que el proyecto de la empresa deberá someterse al procedimiento de evaluación ambiental ordinaria.

¿Qué quiere construir Gesmaga? Una planta de tratamiento de "residuos industriales no peligrosos" que albergue dos zonas de acopio de material reciclado y una nave en la que habrá una machacadora móvil, un lugar para descargar y clasificar los residuos y una zona para ubicar contenedores, según señala el proyecto que Gesmaga presentó a la Consellería de Medio Ambiente.

¿Qué residuos se tratarán? El proyecto que ha remitido la empresa a la Xunta señala que en la planta se tratarían "residuos no peligrosos" como la madera, plásticos, aluminio, plomo, restos de yeso, tejas u otros materiales procedentes de obras. La propuesta también indica que el objetivo de esta planta es "darle un uso a los residuos no peligrosos industriales y urbanos e impedir su abandono" en vertederos ilegales. "Gesmaga ha identificado la necesidad de establecer en la zona una planta de almacenamiento y valorización de residuos", afirma la empresa en el estudio presentado.

¿En dónde se pretende construir la planta? Esta instalación se situaría en dos parcelas al borde del Camiño dos Romeiros, en la parroquia de Morás. Estos terrenos, que miden 18.303 metros cuadrados, se sitúan en parcelas calificadas como de especial protección forestal. Solo hay una construcción cercana: una granja de visones. Esta nueva planta estaría ubicada a un kilómetro del núcleo de Santa Icía y una distancia similar de los edificios de viviendas de Novo Mesoiro, ya en el concello vecino de A Coruña. Este nuevo complejo también se ubicaría a 1.100 metros de O Quinto Pino y a 1.200 de O Moucho.

¿Cómo se tratarían los residuos? El proyecto de Gesmaga indica que "los trabajos de valorización se harán al aire libre inicialmente" con un proceso de clasificado manual "con operarios" y posteriormente se trituraría "la materia pétrea" con una "machacadora móvil".

¿Quién rechaza el proyecto? La asociación de vecinos de Morás y la de Novo Mesoiro ya han anunciado que han alegado contra el proyecto de la planta de residuos. Las dos entidades consideran que la instalación provocará un aumento del tráfico pesado en la carretera de Uxes y en la de Santa Icía. También alertan de los posibles riesgos ambientales. Para los dos colectivos no solo el emplazamiento de la instalación es inadecuado, sino que además en el proyecto no figuran las medidas de protección necesarias para una iniciativa de estas características. Las asociaciones vecinales de Pastoriza y Feáns también han mostrado su rechazo a la propuesta.

¿Por qué el Concello de A Coruña rechaza el proyecto? El Ayuntamiento coruñés considera que la ubicación es inadecuada debido a la proximidad de Novo Mesoiro, Feáns y la Urbanización Breogán. El Ayuntamiento exigió en las alegaciones que presentó a la Xunta que el proyecto de Gesmaga debe ser sometido a un procedimiento de evaluación ambiental ordinaria. Las alegaciones plantean además que la promotora de la planta de residuos proporcione una "descripción completa" de su proyecto, en el que se detallen las instalaciones y las obras necesarias, así como los efectos ambientales que causará en el entorno, en especial a las entidades de población de los municipios de Arteixo y A Coruña. El pleno coruñés aprobó recientemente una moción con los votos de Marea Atlántica, PSOE y BNG que pedía que se tumbase el proyecto. El PP se abstuvo.

¿El Concello de Arteixo apoya el proyecto? El Gobierno local arteixán votó en contra a finales de julio de una moción del BNG que pedía rechazar la construcción de esta planta de residuos industriales. PSOE, BNG y Terra Galega votaron a favor de la propuesta de los nacionalistas. El concejal de Urbanismo, Alberto Castro, defendió que este proyecto "a los vecinos de Arteixo les va a perjudicar poco". El alcalde, Carlos Calvelo, en las semanas posteriores no se mostró en contra del proyecto y aseguró que deben ser los técnicos de la Xunta quienes decidan si autorizan o no el proyecto. El Concello presentó unas alegaciones en las que exige una "evaluación más profunda" de los riesgos ambientales que tendrá la planta de residuos debido a que ha detectado que el estudio que presentó la firma está incompleto.

¿Qué exigirá la Xunta? La conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, informó el pasado viernes de que la Dirección Xeral de Calidade Ambiental exigirá un estudio de impacto ambiental ordinario a la promotora del proyecto. Fuentes de la Consellería de Medio Ambiente ya habían anticipado este mes que se ha apreciado que la documentación proporcionada por la empresa está incompleta. Este proceso tiene una tramitación mucho más prolongada que la que lleva a cabo ahora Gesmaga, ya que su duración mínima es de seis meses, aunque la duración habitual de estas tramitaciones es de ocho meses.

¿La ubicación escogida para construir la planta es buena? El concejal de Urbanismo de Arteixo, Alberto Castro, defendió a finales de julio que el emplazamiento de la planta de residuos "no es el peor" de todos. "Es mejor ponerla cerca de A Coruña. Peor sería que fuese en el polígono de A Laracha y estar chupando los camiones", argumentó. También aseguró que el polígono de Sabón tampoco es adecuado para este tipo de industrias porque las viviendas de las parroquias de Arteixo y de Oseiro están a "cero kilómetros" de distancia. En Sabón ya hay dos plantas similares que se encuentran muy cerca de las casas de los núcleos de Oseiro y Rañobre.