El BNG registró ayer ante la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos una demanda para denunciar la supuesta impunidad con la que en el Estado español actúa con entidades que hacen presuntamente apología del fascismo, como la Fundación Franco. "Nos parece sorprendente que en 2017 se permita la apología del franquismo y el fascismo, y que se permita a una entidad como la Fundación Franco que rija un bien cultural y patrimonial gallego", manifestó la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, portavoz nacional del BNG.

Pontón, junto a otras cinco personas, se manifestó durante unos minutos ante la sede del Alto Comisionado en Ginebra antes de entregar la denuncia a este organismo de la ONU. Portaban unos carteles con el eslogan "franquismo nunca más" escrito en varios idiomas.

"Es una situación escandalosa. El Pazo de Meirás, bien cultural gallego, donde vivió la escritora Emilia Pardo Bazán, está ilegítimamente en manos de la familia Franco. Ese bien nunca fue donado, sino que fue fruto de una requisa del bando franquista, y que se sigue usando para hacer apología del fascismo", dijo Pontón. "Y esto es solo la punta del iceberg. La familia Franco tiene también dos estatuas de la catedral de Santiago de Compostela. Esta impunidad debe acabar", agregó.

La denuncia pide la devolución de todos los bienes expoliados durante el franquismo -de forma específica el Pazo de Meirás-, la ilegalización de la Fundación Franco, que se declare ilegal hacer apología del fascismo y se deje sin efecto las disposiciones de la Ley de Amnistía que obstaculiza la investigación de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el franquismo. La denuncia cita el informe que el relator especial de la ONU para la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y garantías de no repetición, Pablo de Greiff, hizo tras una visita a España en 2014. Greiff pidió entonces que se tomasen medidas para restituir propiedades y documentos incautados durante la Guerra Civil y el franquismo.

El BNG de Cambre llevó ayer a pleno una moción para exigir que se declaren non grata en el Concello a la Fundación Franco y a la familia del dictador o adherirse a la propuesta del Concello de Sada de gestionar las visitas al pazo en lugar de la fundación. Se aprobó con el apoyo de todos los grupos menos el PP, que se abstuvo.