"El fomento y defensa de los intereses morales, profesionales, económicos y sociales de sus asociados", además de todo lo relacionado con "el mejoramiento de la producción e intereses de los cultivadores de lúpulo asociados". Éstos eran los fines de la Cooperativa de Productores de Lúpulo de Betanzos, constituida el 8 de marzo de 1954, la primera de España. Este documento fue hallado por la cooperativa Lutega, que ayer mostró imágenes de los estatutos en el stand que instaló en la V Mostra de Viños e Produtos das Mariñas que tuvo lugar en Betanzos con gran afluencia de visitas. La muestra continúa hoy.

"Entonces había más de 300 cultivadores en la cooperativa y más de 2.000 en toda la comarca en los años cincuenta. Este documento de los estatutos lo vamos a ceder al Museo de Estrella Galicia", explicó la interventora de Lutega, Belén Matilla. El stand de esta cooperativa atrajo ayer a muchos visitantes al estar decorado con las plantas del lúpulo y su embriagador aroma, que perfumó toda la carpa donde se ubicaban la veintena de productores participantes, que pusieron a la venta patatas y cebollas, pan y repostería, verduras y hortalizas, cerveza artesana, miel, helados, jabones artesanos, conservas vegetales, infusiones y quesos, entre otros. En otros puestos estaban los viticultores de la indicación Viño da Terra de Betanzos, cuatro en total.

Mientras en el puesto de Lutega explicaban que este año la cosecha llega a las cinco toneladas (ha sido extraordinaria), con los cultivos que tienen en Abegondo (y que en su gran mayoría venden para la cerveza especial Navidad de Estrella Galicia), en otra carpa en la plaza Irmáns García Naveira se realizaba una demostración en directo de cómo se elabora la tortilla de Betanzos, a cargo de Alberto Cernadas, del restaurante El Progreso, que ganó este año el premio de la mejor tortilla. A su lado en los fogones estuvo Luis Calo, premiado mejor cocinero joven, que preparó una receta dulce con patata Da Terra.

Una excursión de Asturias tomó al asalto la feria, entrando incluso antes de su apertura y no perdió detalle de cómo se hacía la receta dulce de la patata ("apura que nos marcha el autobús", pidió una señora al cocinero) y cataron por por primera vez el blanco lexítimo de Betanzos. Pedían albariño y ribeiro, pero después de probar el autóctono brigantino, de bodegas como Bescansa, Codeseira, Rilo y Conexión Mandeo, quedaron encantados.