Agentes del Seprona de Arteixo han detenido a cuatro personas como presuntas responsables de un vertido de hidrocarburos en el río Acevedo, en Cerceda, según informa el instituto armado en un comunicado remitido a los medios. La Guardia Civil también investiga al propietario de una chatarrería por un delito de encubrimiento.

La investigación se inició el pasado 4 de septiembre cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de que una sustancia aceitosa podía estar contaminando las aguas que abastecen la localidad de Cerceda.

La empresa en la que se registraron los hechos se había dedicado a la valorización de residuos plásticos para obtener un combustible asimilable al gasóleo convencional o ecodiésel, aunque se encontraba ya en estado de abandono.

En el marco de la investigación y debido a los numerosos hurtos sufridos en estas instalaciones, se realizaron vigilancias para identificar a los posibles autores. Finalmente, el pasado lunes, los agentes del instituto armado detuvieron a dos personas por supuestos delitos contra el medio ambiente y hurto; otros dos por supuesto delito de hurto y a otra persona, que está siendo investigada por receptación.

Los agentes recuperaron tres depósitos de acero inoxidable, un motor, soportes de hierro, una bomba de agua, cuadros eléctricos, material informático, tuberías y vigas, que quedaron precintados a disposición de la autoridad judicial en chatarrerías de provincias de A Coruña y Asturias.

"La importancia de esta actuación radica en la dificultad de identificar a los delincuentes, que se amparan en el miedo instaurado y en los escasos indicios que pueden ser utilizados de forma relevante en los vertidos al medio ambiente y la venta de chatarra", incide la Guardia Civil en el comunicado remitido a los medios.

Desde el Seprona destacaban ayer que los continuos vertidos dañaron "de forma considerable" el medio ambiente "afectando a flora y fauna". La Guardia Civil incide en la necesidad de sensibilizar en la lucha contra la contaminación e incide en la necesidad de prevenir posibles daños en el patrimonio y el medio ambiente a través del control de la valorización de la chatarra.