El pleno de la Diputación dio ayer luz verde a las bases reguladoras del Plan Único de 2018, que contará con un presupuesto inicial de 76 millones. Todos los grupos votaron a favor salvo el PP, que se abstuvo. La sesión aprobó también una incorporación de remanentes de 16 millones al POS+ de este año, que alcanza los 90 millones.

El Ejecutivo provincial destacó que las bases se aprueban con dos meses de antelación para que los concellos puedan saber con qué fondos contarán a la hora de elaborar el presupuesto. El PP, que había votado en contra de las bases del Plan Único en 2017, optó en esta ocasión por abstenerse.

El popular Agustín Hernández argumentó que su formación no iba a "obstaculizar" la aprobación de las bases del próximo año y celebró la inyección de 16 millones más en 2017, pero criticó los concellos saneados no puedan acceder al préstamo provincial. "Salen perjudicados", argumentó. El Ejecutivo replicó que el Estado no permite utilizar esos fondos de otra manera y que se trata de una aportación que los concellos deben devolver. "No supone ningún agravió comparativo", respondió Xosé Regueira (BNG).