El arranque de la huelga de basura convocada por la plantilla de Cespa para evitar despidos con motivo de la salida de Arteixo del Consorcio As Mariñas ha agravado el conflicto entre el ayuntamiento y el ente supramunicipal. Tras los primeros paros de cuatro horas en la comarca, representantes de los trabajadores expresaron ayer su desaliento por la falta de entendimiento entre las partes que deberían dar una solución a sus demandas. "Estamos en medio de una guerra política", lamentaba un representante de la Confederación Intersindical Galega.

Y no les faltan razones para pensarlo. El Consorcio, Arteixo y la empresa concesionaria del servicio, Cespa, no han sido capaces ni de ponerse de acuerdo a la hora de cifrar el número de trabajadores afectados. El Concello de Arteixo mantiene que son 11 los que prestan servicio en el municipio; el Consorcio eleva el número a 14 y Cespa, a 19.

La jornada de paros de ayer dio otro motivo a los empleados para sentirse un arma arrojadiza en una contienda política. El Concello de Arteixo envió una nota a los medios en la que afirmaba que el alcalde, Carlos Calvelo, se había reunido en la sede del Consorcio con representantes de los trabajadores a petición del comité de empresa y lamentaba que, a pesar de que "los sindicatos habían invitado al encuentro a otros miembros del Consorcio, como el presidente y el gerente, nadie quiso asumir su responsabilidad y hablar con los trabajadores".

El Consorcio, que ya había mantenido una reunión con los representantes sindicales la pasada semana, negó horas después que hubiese sido invitado a este encuentro. Desde la entidad supramunicipal aseguraron que no solo no habían recibido aviso o notificación del encuentro, sino que este había sido convocado por el alcalde de Arteixo "sin solicitar el uso de la sala con antelación". A consulta de este diario, representantes de la CIG y de CCOO mantuvieron que había sido el alcalde de Arteixo el que les había convocado y que no tenían constancia de que se hubiese invitado a participar al Consorcio.

Más allá de este nuevo enfrentamiento político, lo cierto es que primera jornada de parones en la recogida de basura de la comarca se zanjó sin avances en la negociación. Los representantes de los trabajadores relatan que el alcalde de Arteixo se mantuvo firme en que solo subrogará a los cinco empleados que prestaban servicio en el municipio antes de que se adjudicase el servicio a Cespa. El Concello reiteró que los seis restantes deben ser recolocados por la empresa o indemnizados. Carlos Calvelo rechazó además la propuesta de los trabajadores de crear una empresa pública que sortease las restricciones estatales y que abriese la puerta a la subrogación de los empleados, una maniobra similar a la que prevé el Ayuntamiento de A Coruña para remunicipalizar las bibliotecas.

La negativa del Concello de Arteixo a estudiar esta opción cogió por sorpresa a los sindicatos, que recordaban ayer que el primero en plantear esta posibilidad había sido precisamente el Concello de Arteixo que en 2013 había anunciado su intención de crear una empresa pública que se encargase de la gestión de todos los servicios. "Ayer se negó en redondo", lamentaba un representante de los trabajadores, que aseguró que el regidor y el concejal de Obras, José Ramón Amado, habían descartado esa posibilidad y que tan solo analizaban la de constituirse como ente gestor autónomo.

El Ejecutivo arteixán aprovechó el encuentro con representantes de la plantilla para cargar nuevamente contra Cespa, a la que acusó de incumplir el pliego de condiciones en lo relativo al número de puestos de trabajo. Según el Ejecutivo, Cespa solo tiene 93 empleados en plantilla y el contrato con el Consorcio le obligaba a tener 115. "No tiene justificación que pretendan despedir a 19 trabajadores si realmente a día de hoy faltan 23 para que cumplan el contrato", recalca Calvelo.

El alcalde apeló también a la eliminación en varios camiones de la carga trasera, que requiere tres trabajadores, y su sustitución por una lateral, que precisa solo de uno, como uno de los motivos por los que Cespa "quiere deshacerse del 20% de la plantilla que opera en el consorcio".

El regidor arteixán insistió ayer nuevamente en que el Ayuntamiento convocará un concurso público para contratar 26 trabajadores y que solo tiene que contar con los cinco de Cespa que habían sido contratados previamente en un proceso selectivo municipal y que disponen, por tanto, de una cláusula de retorno. Carlos Calvelo solicitó una reunión de los alcaldes del ente supramunicipal con los trabajadores para "clarificar su situación jurídica cuando Arteixo municipalice la recogida de residuos".

El Consorcio As Mariñas mantuvo la pasada semana una reunión con el comité de empresa y abogó por una reunión entre Cespa, Arteixo y trabajadores para "buscar la mejor solución y evitar que se pierda ningún empleo". La entidad supramunicipal instó ayer al Concello de Arteixo a "asumir su responsabilidad cuanto antes" y anunció que convocará para este miércoles la comisión de liquidación para aclarar todos los extremos de la separación de Arteixo "y evitar que siga utilizando públicamente datos incorrectos".

Las primeras jornadas de parón de los trabajadores, que continuarán el sábado y lunes próximo, se han dejado notar en toda la comarca, especialmente en Arteixo, Culleredo y Oleiros.