A finales de diciembre del pasado año, el Ejecutivo municipal decidió dejar sobre la mesa la ordenanza de terrazas para hacer una serie de correcciones. El alcalde, Ricardo Sánchez, sostenía entonces que la normativa recalaría de nuevo en pleno en unas semanas. Diez meses después, la regulación se someterá a votación con ciertos cambios. Uno de sus puntos más polémicos, la prohibición de toldos, mesas, sillas y sombrillas con publicidad, salvo la del local al que pertenezcan, ha sido enmendado. La normativa ya no recoge referencia a la posibilidad de instalar sillas o mesas cedido por empresas suministradoras con la correspondiente publicidad, pero todo apunta a que los locales deberán prescindir de ellas. Según recoge la ordenanza, "con el fin de homogeneizar la estética", será obligatorio "utilizar los elementos de mobiliario acordados por la Administración" y cuya descripción se pormenoriza en un anexo del texto.