Turismo de Galicia, en colaboración con los concellos y las consellerías de Medio Ambiente e Ordenación de Territorio y Medio Rural, rehabilitará los miradores de la comarca incluidos en el Catálogo das Paisaxes de Galicia y establecerá pautas para su promoción. Es el propósito que se marca en la Planificación 2017-2020 de la Estratexia da Paisaxe Galega.
El catálogo autonómico destaca catorce atalayas en la comarca. A Espenuca, en Coirós; Pico de Vales, en Irixoa; Monte Medela, Bandoxa y Rodeiro, en Oza-Cesuras; Monte Xalo, en Culleredo; Sorrizo, Monte de Angra, Monte Alto y Pastoriza, en Arteixo; Soandres y Caión, en A Laracha y el faro de Mera, en Oleiros, son los principales miradores del área, según este estudio.
El observatorio que ofrece mayor cuenca visual es el de Monte Xalo. Este enclave permite vislumbrar un perímetro de 9.572 kilómetros. Le sigue Irixoa, que desde Pico dos Vales dispone de unas vistas que cubren 9.141 kilómetros. Santa Leocadia, en Arteixo, con 6.116 kilómetros; Bandoxa, en Oza-Cesuras, con 5.911 y A Espenuca, en Coirós, con 5.266 kilómetros, son los otros enclaves que ofrecen al espectador un mayor perímetro visual.
El estado de los miradores varía. Algunos, como el de A Espenuca, están parcialmente ocultos por eucaliptos y han recuperado buena parte de las vistas gracias al trabajo de los voluntarios de Fragas do Mandeo en colaboración con el Concello de Coirós. Caso similar al del mirador de Pastoriza, que estuvo tapado por una densa red de eucaliptos durante años.
Los paisajes forestales, de matorral, salpicados por explotaciones agrarias y con la ría de fondo son los predominantes en el área betanceira. Oza-Cesuras es el municipio de la montaña que dispone de más galerías naturales, tres. En el entorno coruñés, los miradores suelen ofrece postales marítimas, como las del faro de Mera o las de monte Angra, un balcón desde el que asomarse a un paisaje que ha sufrido una importante transformación con la construcción del puerto exterior.
