- ¿Qué fue lo primero que hizo como alcalde de Culleredo

-Atenderos a los medios y recibir el cariño de amigos, familia y compañeros.

- ¿Y qué hará mañana?

-Ir a mirar obras como la escollera del río Trabe y despachar asuntos de seguridad ciudadana y con el jefe de obras y servicios, para ver temas del POS, y preparar otros que llevaremos en breve al presupuesto.

- ¿Cuáles son sus objetivos para lo que queda de mandato?

-Están ya marcados; nos presentamos a las elecciones en 2015 con un programa electoral definido, respaldado por la mayoría, y habrá que ver las demandas día a día.

- Si sigue de alcalde tras este mandato, ¿qué metas tendrá?

-Culleredo está en un lugar estratégico en el área metropolitana, una zona de paso a la ciudad, es el ayuntamiento más importante del área, sin desmerecer a los demás.

- ¿Por qué?

-Tenemos comunicaciones, el aeropuerto, industria, 30.000 habitantes y vamos a contribuir con políticas sociales y de infraestructuras a mejorar la calidad de vida.

- ¿Qué infraestructuras?

-Mejorar las comunicaciones internas. Estamos absorbidos por infraestructuras de otras administraciones que muchas veces no permiten las actuaciones previstas.

- ¿Un objetivo a largo plazo?

-Yo soy más un político del día a día, de tener un presupuesto perfectamente ajustado... Luego la propia dinámica del ayuntamiento irá demandando nuevas infraestucturas, pero debemos abogar por atender las pequeñas demandas de los ciudadanos, necesidades a pie de puerta. A veces, por grandes obras que se infrautilizan, dejamos de prestar esa política directa. Y de todos es sabido que tenemos el objetivo de por fin acabar la Cros.

- ¿Mantiene ese proyecto?

-Sí. Vamos a buscar soluciones, con dotación cultural o formativa.

- ¿Imitará en algo a Sacristán?

-Julio Sacristán tiene una forma de hacer política muy positiva y todo lo bueno de Sacristán hay que copiarlo. Esa cercanía con el ciudadano, trato cordial, preocupación en el día a día por que todos los problemas del ciudadano se solucionen y una dedicación exclusiva y total al ayuntamiento de Culleredo. A mí no me van a doler prendas en dedicarme en cuerpo y alma a este ayuntamiento, que creo que es lo que él ha hecho en estos años.

- ¿Y qué cambiará?

-Hablar de cambios en estos momentos no sería prudente. Continuamos un proyecto que comenzó en 2015. Eso a lo mejor lo tenemos que plantear de cara a la nueva legislatura, cuando acabemos ciclo. Ahí estaré en disposición de hacer aportaciones más personales.

- El plan general está a punto. El BNG pide revisar la previsión de vivienda y más grupos, contestar a las alegaciones.

-No quiero entrar en confrontación con la oposición, pero nosotros nos basamos siempre en informes objetivos y dejamos de lado la subjetividad. El plan general es un documento muy serio. Hacer demagogia, conjeturas y tergiversar la realidad no me parece prudente.

- ¿Descarta revisarlo?

-El plan general no es algo hermético. Vamos a tratar de consensuarlo y aprobarlo esta legislatura. Cuando se celebren nuevos comicios, si se quiere cambiar algo, el plan admite flexibilidad. Proponer que otra vez se someta a exposición pública, se redacte... serían otros 15 años de bloqueo, partir de cero.

- ¿Cómo se manejará en clave comarcal y con otras administraciones? Releva a un peso pesado.

-En estos últimos años, si algo ha hecho Julio Sacristán es delegar en mi persona muchas responsabilidades como representante del municipio en el Consorcio, en el área metroplitana... en los temas más importantes para el concello y el área. Eso ha facilitado que nos conozcan.

- ¿Ganará las municipales?

-Es muy pronto para decirlo. Quedan 19 meses, mucho trabajo y yo soy de los que creen que pensar en el futuro es un poco de locos. Lo más sabio es vivir el día a día, hacer juicio de valor de lo desarrollado y ya decidiremos. Por ganas, por ilusión, muy pocos me pueden ganar.

- Dice que pensar en el futuro es de locos pero en 2015 dijo que sería el próximo candidato.

-No iba la cosa desacertada [ríe]. Un toque de locura a veces hay que tener también, pero no es lo más cuerdo. En política, si no tienes ilusión, ideas y proyección, es muy difícil conseguir objetivos porque es muy difícil esto. No es un camino de rosas. Lo que hay que tener es el objetivo claro, el por qué lo haces. Yo lo hago porque considero que hay ideas y un equipo extraordinario.

- ¿La gente ha aceptado la integración de APdC en el PSOE?

-Era más que sabido que yo era un hombre del PSOE y en cualquier momento podíamos dar el paso de la integración.

- Lo disimularon bien, con denuncias y críticas duras.

-Fue puesta en conocimiento, no denuncias contra una persona. Eso forma parte de control que hay que hacer de las administraciones. Y las críticas no fueron duras. Las propias del juego político. A mí también me criticaron, yo también era un rival a batir.

- ¿Cuando se fue del PSOE ya sabía que iba a volver?

-Yo siempre fui un hombre del PSOE. Volver entraba dentro de lo posible. Y las personas que en aquel momento mandaban en el partido tendieron la mano a la integración. Quien tendió la mano fue el partido socialista.

- ¿El de Culleredo?

-El PSdeG. Nos sentamos a negociar y fue muy fácil.

- Según Sacristán usted es más de calle que de leer proyectos.

-Si no leyera y me formara en administración local, de hecho fui funcionario de este ayuntamiento, no conseguiría lo que conseguí. Ahora, a mí lo que me gusta es el contacto con la gente. Mientras hablas no lees libros.

- Me refiero a proyectos.

-Por suerte los conozco todos y porque tuve que firmar la mayoría y yo no firmo nada sin leerlo. Lo que pasa es que eso me exige más horas de dedicación. Cuando, como Sacristán, se tiene un índice del 99% conocimiento de la ciudadanía, eso permite recluirte más y dedicarte a la vida intelectual, yo tengo que combinar.

- ¿Qué le preocupa o le da más miedo?

-Miedo nada. Me preocupa que no teniendo la mayoría a falta de dos concejales se nos intente bloquear el ayuntamiento, aunque no creo.