Un año después de la semana negra del río Callou, los vertidos a la ría de Betanzos vuelven a repetirse sin que la Administración haya aclarado la procedencia de unos derrames recurrentes que han disparado nuevamente las alertas de la cofradía de pescadores y de los colectivos ecologistas.

El asunto llegará ahora al Parlamento a instancias del BNG, que ya exigió explicaciones el pasado año sin éxito. Ni Xunta ni los concellos afectados han arrojado de momento luz sobre estos episodios contaminantes, más allá de anunciar un expediente al matadero de Montellos -supuesto causante de unos de los derrames-, del que no ha trascendido más avances.

El pasado noviembre, hace ahora un año, el Concello de Betanzos eludía pronunciarse sobre los derrames y se limitaba a decir que esperarían a conocer los resultados del expediente abierto por la Xunta para "valorar técnica y jurídicamente" las medidas a adoptar y "obrar en consecuencia".

Un año después, la aparición de nuevos derrames ha llevado al Concello de Betanzos a reclamar a Augas de Galicia que investigue el origen de una extraña "sustancia blanca" que salpica el Mendo y Mandeo. El BNG ha reclamado por escrito copia de las analíticas efectuadas por el Seprona e información sobre la investigación de los derrames de 2016. "La cofradía de Miño está preocupada por la cantidad de vertidos que afectan a la ría de Betanzos justo en la temporada previa a las fiestas de Navidad", recogen los nacionalistas en su pregunta escrita a la Cámara gallega.

El BNG de Betanzos incidía ayer en lo mismo. Los nacionalistas destacan que "todos los años cuando llegan las primeras lluvias se registran este tipo de episodios" y critican que se salden "sin ninguna consecuencia" y "sin que se conozca nunca a los responsables". "Esto crea una sensación de impunidad en todo lo relacionado con el cuidado del medio y concretamente con nuestra ría que nos parece gravísimo", destaca el portavoz del Bloque, Henrique del Río.

La reiteración de los vertidos al Mendo y el Mandeo y a otros ríos que desembocan en la ría ha dado pie a innumerables quejas de los colectivos ecologistas, cofradías de pescadores y grupos de la oposición, que han exigido durante años medidas para sanear el estuario. El plan hidrológico de Galicia-Costa aprobado definitivamente a principios del pasado año alertaba ya del deficiente estado de las aguas en el último tramo del Mandeo y la Xunta admitía que, "desde el punto de vista microbiológico, la ría de Betanzos está peor que la ría de O Burgo".

El pleno aprobó el pasado mayo una moción de Betanzos Novo en la que instaba al Gobierno local a presentar en el plazo máximo de tres meses un informe técnico exhaustivo sobre los vertidos incontrolados de aguas residuales o industriales que se producen en el municipio, sus causas y sus efectos sobre el medio natural. Todos los grupos acordaron además instar la elaboración de un programa de renovación de las redes de saneamiento más antiguas y los bombeos que sean necesarios, así como la inclusión en el presupuesto de las partidas necesarias para ejecutar las obras.

Las conclusiones del informe sobre los vertidos incontrolados a la ría, que debería estar listo en septiembre, todavía no han trascendido. La Xunta, pese a reconocer los niveles de contaminación del estuario, tampoco ha respondido a las preguntas sobre la procedencia de los derrames, ni tampoco los fondos que prevé destinar del presupuesto de 2018 para sanear la ría.