El proyecto del poliducto que conectará la refinería de Repsol y el puerto exterior de Langosteira, y el pantalán de Repsol en ese muelle ha recibido el visto bueno de la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio tras dos años y medio de trámites administrativos. La petrolera ahora ya está más cerca de iniciar la construcción de esta infraestructura, que tendrá una longitud de 3,8 kilómetros (discurrirá 2.500 metros por Arteixo y 1.300 por A Coruña). Antes de comenzar la construcción, que está previsto que dure doce meses, Repsol deberá solicitar las licencias de obras en los dos ayuntamientos. En la nueva zona de descarga y el poliducto invertirá 27 millones de euros.

El convenio que la petrolera firmó con el Puerto para la primera fase de su traslado de los muelles de A Coruña a los de punta Langosteiramuelles de A Coruñapunta Langosteira establecía el 14 de abril de 2018 como fecha para el inicio de operaciones en Arteixo, aunque ya condicionaba el cumplimiento de ese plazo a la obtención de los permisos necesarios, como el que acaba de otorgar Medio Ambiente. Repsol ha asegurado que intentará agilizar al máximo los trámites de la obra.

La Dirección Xeral de Calidade Ambiental emitió el 27 de noviembre la declaración de impacto ambiental del poliducto. Este departamento autonómico exige a Repsol que "establezca un plan de emergencia que contemple el protocolo de actuación" en el caso de que se produzca un posible vertido, "teniendo en cuenta los perfiles de transporte y su posible influencia en los núcleos de Nostián y Suevos", según indica la resolución.

El poliducto medirá diez metros de ancho por los que pasarán once líneas y dos más para los trabajos de vigilancia y mantenimiento. En paralelo al trazado se instalará un sistema de fibra óptica y una línea de alimentación eléctrica. El poliducto discurrirá en paralelo a la carretera de Suevos a Bens enla mayor parte de su trazado.

El proyecto incluye la construcción del pantalán de Repsol en el puerto exterior. La obra consistirá en la colocación de dos brazos de descarga, una pasarela de acceso a buques, una barrera de contención de derrames de hidrocarburos, un sistema de drenaje de crudo y sistemas de ayuda al atraque de barcos.

Repsol inició los trámites para solicitar la declaración de impacto ambiental en el mes de agosto de 2015. Dos años y medio después ha logrado recibir el visto bueno de la Consellería de Medio Ambiente. A finales de 2015 el Ejecutivo autonómico exigió a Repsol que elaborase un estudio ambiental completo debido a que no se podía concluir si la obra tendría efectos significativos sobre el medio ambiente con la documentación remitida inicialmente por la petrolera.

Los concellos de A Coruña y Arteixo reclamaron un estudio más completo sobre el trazado del poliducto de Langosteira tras conocer el proyecto propuesto por Repsol. La asociación de vecinos de Nostián solicitó otro emplazamiento para el recorrido de la instalación porque el propuesto, a su juicio, "discurre muy próximo al pueblo, por una ladera rocosa con riesgo de desprendimiento".

El periodo de alegaciones a la solicitud de la autorización administrativa se abrió a final de 2016. Repsol realizó varios cambios en el proyecto que se dieron a conocer el pasado verano. El plan ahora tiene en cuenta la posible construcción del enlace de Suevos (conexión de la carretera de la Diputación con la autovía de Langosteira) e incorpora la previsión de que el Ayuntamiento de Arteixo construya los colectores de agua y saneamiento que darán servicio al puerto exterior y al polígono de Sabón. La propuesta incluye los desvíos de tráfico que se deberán realizar durante la ejecución de los trabajos.

El poliducto afectará a 168 fincas en total. Una parte de los terrenos serán expropiados y otra tendrá limitados sus usos debido a su cercanía a esta infraestructura de transporte de petróleo. La mayor parte de los terrenos están calificados como monte y pradera, aunque en el lado coruñés hay nueve parcelas afectadas que son urbanas.