"Vamos a hacer maravillas con este presupuesto". El alcalde de Oza-Cesuras, el popular Pablo González Cacheiro, cerraba ayer así de exultante el debate sobre el cuarto proyecto contable del Concello fusionado, que asciende a 4,9 millones. El regidor sorteó con chascarrillos las críticas de la oposición por la "nula ambición" de unas cuentas que destinan el grueso de la inversión a aceras, aglomerados y, en menor medida, a mejoras en la red de saneamiento y abastecimiento.

El presupuesto crece con respecto a 2017 en 500.000 euros, pero deja en evidencia que el Concello no ha logrado reducir su dependencia de otras administraciones, pese a lo que auguraba el plan de viabilidad de la fusión. Casi dos tercios de los ingresos son transferencias 3, 2 millones, un extremo en el que puso el acento el PSOE. "Oza-Cesuras pervive por las subvenciones, no consigue autofinanciarse, no es sostenible", destacó Pilar Pedreira.

Y es que un año más, el debate presupuestario giró en torno a las promesas incumplidas de la alianza. La oposición incidió en que Oza-Cesuras no ha logrado atraer población, ni reducir gasto en salarios políticos, ni tampoco atraer empresas e inversiones. El PP se mostró optimista. El alcalde defendió su "modelo" de "farolas, aceras y aglomerados". "Estamos urbanizando para demostrar que es un municipio en el que se puede vivir, con servicios. Queremos atraer a población de A Coruña a este pulmón de aire fresco", defendió el regidor, que apeló a la cercanía de la ciudad y destacó como prioridad la aprobación del plan general para que las personas interesadas en instalarse en el municipio dispongan de "seguridad jurídica".

El Ejecutivo ha renunciado a inversiones estrella de pasados presupuestos, como la adquisición de suelo para vivienda pública que no llegó a ejecutar, o a la construcción de nuevos equipamientos. La ausencia de nuevos proyectos fue una de las principales críticas de la oposición, que lamentó la "falta de ambición", en palabras del PSOE. "Las inversiones son más de lo mismo, aceras y aglomerados. Como no se hagan más inversiones, al final vamos a tener el municipio con más aceras de Galicia, pero sin gente que las utilice", criticó Pedreira, que censuró también el "clientelismo político" de las subvenciones a dedo.

La portavoz del BNG, Estefanía Busto, criticó el gasto en nóminas y dietas del Gobierno local, el abuso de las ayudas a dedo, y que más de un millón de euros se dedique a privatizar servicios. El Ejecutivo defendió que el coste en emolumentos políticos no sube más allá del "1% de subida por ley", argumentó que el millón en servicios que prestan empresas es "para servicios públicos" y defendió que las ayudas nominativas son para colegios, asociaciones vecinales, deportivas y culturales y becas.

El presupuesto se aprobó con los votos en contra del PSOE y BNG. Las cuentas dedican 973.049 euros a personal; 1.973.329 euros a gasto corriente; 108.000 euros a ayudas (más de la mitad, 79.000 euros, nominativas) y 1.666.112 euros a inversiones.