El juzgado de lo Penal número 1 de A Coruña ha condenado al responsable de las instalaciones de Tafiber en Infesta (ahora Betanzos HB) y a la encargada de seguridad de esta empresa dedicada a la fabricación de tableros por un accidente en abril de 2014 que provocó graves lesiones en un brazo a un trabajador, al que le ha sido reconocida una discapacidad del 56%. Los acusados han llegado a un acuerdo con Fiscalía, que reclamaba inicialmente dos años y cinco meses de prisión y la inhabilitación para los puestos que desempeñan, y han aceptado la pena de ocho meses y medio de cárcel, conmutable por el pago de multa de 17 meses con cuota diaria de 5 euros y otra de 7 meses con cuota diaria de 5 euros (3.600 euros cada uno).

El juez considera probado que los dos directivos de esta maderera de Infesta incurrieron en un delito de lesiones y otro contra la seguridad de los trabajadores al omitir las medidas de seguridad que habrían evitado o minimizado un accidente que se registró en abril de 2014. La sentencia detalla que el día 24 de ese mes alrededor de las diez de la mañana saltó la alarma de la caldera en la zona del tornillo sinfín, que separa los restos de los materiales finos y gruesos que vienen desde los silos. El trabajador se dirigió a la zona, resbaló en la escalera, cayó hacia el tornillo y enganchó el guante en una de las varillas que, al seguir girando, arrastraron el brazo izquierdo hacia el interior del tornillo.

El empleado, que realizaba su trabajo normalmente solo en las zonas de calderas, no tenía a su alcance ninguna parada de emergencia. Fue socorrido por un encargado que se encontraba en las inmediaciones y que al oír los gritos salió en su auxilio y logró parar la máquina.

Como consecuencia del accidente, este empleado sufrió varias fracturas que le han ocasionado un "brazo izquierdo catastrófico". Este trabajador precisó de intervención quirúrgica y plástica en brazo y antebrazo, injertos de piel y tratamiento de rehabilitación y psiquiatría. El tiempo de curación de las heridas fue de 338 días impeditivos y tiene reconocida una discapacidad definitiva del 56% desde febrero de 2015 y precisa de una prótesis externa en el antebrazo. A las secuelas físicas, el juzgado suma un síndrome ansioso depresivo.

El juez considera que los dos directivos "omitieron las más elementales medidas de precaución exigibles a fin de salvaguardar la vida e integridad física de los trabajadores bajo su mando". Destaca el hecho de que no había ninguna parada de emergencia del equipo accesible a los trabajadores a pesar de que en esta zona de calderas están habitualmente solos y que la escalera "tenía restos de materiales y estaba resbaladiza y solo disponía de una barandilla hacia el exterior, pero no hacia el lado opuesto".

El magistrado incide también en que el tornillo sinfín tenía como protección una carcasa que debía estar atornillada en la parte posterior, pero que los dos acusados "autorizaron o consintieron" que estuviese suelta para evitar atascos. "Además a la parte final del tornillo le habían soldado unas varillas metálicas para favorecer los desatascos, una modificación que no estaba documentada", destaca el fallo. "Si los acusados hubiesen procurado la realización del trabajo con las medidas de seguridad y protección adecuadas habrían evitado o reducido considerablemente el accidente", concluye.

El juez considera probado que ambos acusados cometieron un delito de lesiones y otro contra los derechos de los trabajadores y condena a ambos a 8 meses y medio de cárcel y multas de 17 meses con una cuota diaria de 5 euros y otra de 7 meses con una cuota de 5 euros.

Representantes de los trabajadores manifestaron ayer que esperan que la empresa aplique a estos dos jefes el código de conducta por "los delitos tan graves por los que han sido condenados".

La empresa Tafiber, que fue subrogada con posterioridad por Betanzos HB, ya había sido condenada por exponer a tóxicos a trabajadores y el juzgado investiga una denuncia de Fiscalía por un posible delito ambiental.