La sociedad General de Edificios y Solares, perteneciente a Unión Fenosa Inversiones, ha presentado un recurso contencioso administrativo contra el acuerdo de la Junta de Gobierno Local del pasado 28 de septiembre en la que se le denegó la licencia que había solicitado el pasado mes de mayo para demoler la fábrica de la luz, un ejemplo de arquitectura industrial hoy abandonado y que está en fase de ser protegido por la Xunta. El Concello de Betanzos acaba de ser notificado del recurso contra la resolución de la Junta de Gobierno, por lo que se personará en el pleito.

Fenosa solicitó licencia de demolición de la antigua fábrica de la luz el pasado mayo, al considerar que el inmueble estaba en malas condiciones y era necesario su derribo por seguridad. El Gobierno local, tras la presión de vecinos y partidos políticos, inició trámites para evitar este derribo y el pasado mes de julio el Diario Oficial de Galicia (DOGA) ya publicó la decisión de iniciar el proceso para incluirlo en el Catálogo del Patrimonio Cultural de Galicia con la categoría de monumento, catalogación aprobada por unanimidad ya en un pleno de Betanzos el pasado mes de septiembre.

Una vez que se inició esta tramitación de protección, se realiza una anotación preventiva en el catálogo del patrimonio y de forma provisional se aplica un régimen de protección al edificio mientras no se resuelve el expediente, para lo que hay un plazo de 18 meses.

Al contar con esta protección provisional, el Concello ya no podría autorizar dicha demolición y la Junta de Gobierno el pasado septiembre ya acordó rechazar la licencia pedida por Fenosa.

La Consellería de Cultura, al tramitar esta catalogación, destacó que el diseño de la fábrica de la luz la convierte en una obra representativa de la primera arquitectura industrial gallega, más singular aún por estar en una de las orillas del Mendo. Esta fábrica la conforman cuatro construcciones independientes asentadas sobre la misma propiedad: la principal, que albergó la primera fábrica de electricidad de la ciudad; el aserradero, un pequeño anexo y un depósito.

La antigua factoría está compuesta por dos volúmenes, construidos en 1895 y en 1910, mientras que el aserradero se levantó en los últimos años del XIX. La Xunta cree que el primer volumen podría atribuirse al ingeniero López-Cortón y el segundo a González-Villar.