Muchos vecinos de Oleiros seguramente desconocen que tienen un parque público de más de 60.000 metros cuadrados sobre unos espectaculares acantilados e increíbles vistas a la ría en el denominado Parque Costero de Canide, básicamente porque estaba cubierto por años y años de maleza y total abandono.

El propio alcalde, Ángel García Seoane, tuvo que reconocer que este parque municipal llevaba "años sin limpiar". Según algunos de los residentes de la zona, estuvo sin acondicionar "puede que unos quince años".

El Concello se acordó de esta zona verde entre la urbanización de Canide y el alto de Breixo y durante las últimas semanas se aplicó en su limpieza, eliminando zarzas y tojales y cortando algunos árboles, unos enfermos, otros caídos. Este parque municipal surgió con el desarrollo del plan parcial de la urbanización de Canide.

La limpieza general ha dejado un parque diáfano donde se pueden ver muchos castaños, robles, laureles y también chopos, pero sobre todo espectaculares pinos, muy viejos y con un inmenso porte. También ha quedado en el medio un bosque de jóvenes eucaliptos.

Desde este entorno se ve perfectamente la costa coruñesa, la Torre de Hércules y la Medusa del puerto, pero también la costa de Mera, la playa y la cala de Canide y los acantilados del entorno.

Este parque sí era conocido para las urbanizaciones de chalés que están en la zona de As Capillas, pero los que más han acudido estos días a verlo son los vecinos de Breixo y las viviendas después de la rotonda de entrada a Canide, hacia Mera, sobre todo gente mayor. "Tenían que poner unos pasos de madera, para la gente mayor es difícil caminar por aquí. Y algún banco para sentarse a ver las vistas", destacó un vecino que también señaló que el terreno tenía muchos desniveles. El parque arranca en la zona del lavadero, con su manantial que baja al mar.