La Junta de Gobierno Local de Arteixo aprobó ayer iniciar la licitación del contrato para ampliar la calle Ecuador y la travesía de Meirás, lo que conllevará el derribo de las casas en ruinas que hay en el núcleo de As Eiras, en Meicende. El alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo, explicó en 2017 que el Concello optó por esta obra porque es el método "más rápido" y "efectivo" para iniciar el "proceso de regeneración" de esta zona, en la que se vende droga.

El Ejecutivo municipal ahora debe completar la expropiación de catorce fincas para poder ejecutar los trabajos. El pleno aprobó en noviembre iniciar el proceso. Entonces abrió un periodo para que los vecinos afectados pudieran presentar alegaciones. Ahora el Gobierno local debe volver a llevar a sesión plenaria la aprobación definitiva de la adquisición de los terrenos. La intención del Ejecutivo es de realizar este trámite en el pleno de este mes o en uno extraordinario en marzo. Una vez superado este último paso, el Concello deberá hacer el levantamiento de las actas previas a la ocupación.

El coste de las expropiaciones de las catorce fincas asciende a un total de 146.000 euros y el precio de la obra que la Junta de Gobierno Local ha aprobado licitar es de 147.000 euros. El plazo de ejecución de los trabajos es de dos meses, según indica el proyecto de obra.

El Concello optó por ampliar la calle Ecuador y la travesía de Meirás -una actuación prevista en el planeamiento urbanístico en vigor, según afirmó el alcalde- para así poder derribar las edificaciones en ruinas e intentar de este modo ahuyentar a los vendedores de drogas del lugar.

El Gobierno local decidió ejecutar este plan después de que la asociación de vecinos San Xosé Obreiro de Meicende y otros residentes de la localidad denunciasen el aumento de la inseguridad en la localidad debido al tráfico de drogas que se realiza en As Eiras.

"Meicende ha vuelto a los tiempos antiguos. Siempre hemos tenido el problema de la venta de droga pero en los últimos tiempos este problema se ha incrementado notablemente", denunció la asociación vecinal en el año 2016. La agrupación también afirmó que "hacía años" que no se veía a los drogadictos "pincharse en los portales".

El presidente de la entidad, Orlando Bello, apoyó posteriormente la iniciativa de derribar las casas que el alcalde, Carlos Calvelo, anunció en el verano de 2017. El regidor defendió que está es la mejor opción. "Es lo que tenemos que hacer", indicó.