El pleno de Miño dio luz verde ayer a la contratación de un asesor con los únicos votos del Ejecutivo municipal y entre duras críticas del PSOE, que criticó el incremento de un 25% del gasto político en uno de los momentos más delicados para las arcas municipales de Miño.

El portavoz socialista, Manuel V. Faraldo criticó el gasto de 21.000 euros anuales en un asesor en pleno proceso de ajuste para pagar la millonaria deuda de Fadesa y le echó en cara al Gobierno local que incurra en este desembolso tras admitir que no tenían fondos suficientes para labores tan básicas como rebacheos o limpieza de maleza.

El alcalde, Ricardo Sánchez, defendió la necesidad de crear esta plaza de personal eventual para asesorar al equipo de gobierno. Su argumento no convenció al PSOE, que lamentó este nuevo gasto tras negarse el regidor y el primer teniente de alcalde a rebajarse el sueldo a niveles del anterior mandato. Los socialistas se plantean recurrir la designación.