El alcalde de Miño, Ricardo Sánchez Oroza, ha sido citado como investigado, figura judicial que sustituye a la de imputado, por las lesiones que sufrió un operario municipal a causa de un accidente laboral registrado en 2016. El trabajador sufre secuelas graves e "irreversibles", según su representante legal, tras caer de una escalera cuando realizaba labores de poda en una rama a unos cuatro metros de altura fuera de horario laboral por orden del alcalde, que niega responsabilidad en el siniestro.

Los trabajos que acometía el operario cuando sufrió el accidente se realizaban para permitir el acceso de un food truck en el entorno de la calle Extremeiro, muy cerca de la playa, para una feria al día siguiente. El operario se subió a una escalera de mano de tijera de unos 2,5 metros para realizar la poda, en la que le ayudaba el encargado de obras, quien intentó sin éxito sujetar la rama mientras el trabajador la cortaba con una motosierra, según relata un informe de la Inspección de Trabajo. La rama cayó parcialmente sobre el accidentado, lo desequilibró y provocó su caída al suelo y un golpe en la cabeza.

El siniestro ocurrió sobre las 14.00 horas del 1 de agosto de 2016. Según la declaración en sede judicial de testigos presenciales, el alcalde dio la orden directa de las labores de poda y se encontraba presente durante el accidente, extremo que el regidor niega. El trabajador realizó las labores sin las debidas medidas de protección. Inspección de Trabajo considera que la "causa directa" del accidente laboral fue "que el equipo de trabajo utilizado como medio auxiliar para los trabajos no era el adecuado". Además, según el informe de la Inspección de Trabajo, el operario, funcionario interino, no había recibido la correspondiente formación.

El lesionado permaneció varias semanas en coma inducido tras el siniestro y en la actualidad tiene "una invalidez permanente absoluta", según su representante legal, quien afirma que reclamarán daños tras intentar negociar sin éxito.

El alcalde niega responsabilidad sobre el siniestro. Asegura que "había pasado por allí" pero niega, contra la declaración de testigos presenciales, que estuviera presente en el momento del accidente. Admite que él dio la orden de podar "tres ramas" pero alega que "cada día en el Ayuntamiento se dan cientos de órdenes por parte del Gobierno local y, como es evidente, el modo en que cada uno de esos mandatos son ejecutados de forma correcta no corresponde al alcalde". Horas después del accidente, el regidor aseguró que el operario hacía labores rutinarias "de mantenimiento" cuando se cayó. Añade que el Concello tiene contratada una empresa de prevención de riesgos.

Preguntado por si la empresa organizadora tenía permiso municipal para instalar los food trucks, Sánchez Oroza contesta que las labores se realizaban de cara a una actividad de food trucks que "empezaba al día siguiente" y que cuando se produjo el siniestro "estaban empezando a prepararla". Preguntado de nuevo sobre si la empresa tenía permiso ese día, responde: "Ni idea". Asegura que irá a declarar y rechaza dimitir. "No es un caso de corrupción", justifica.