Con la aprobación del plan general de Sada el pasado mes de diciembre, entró en vigor la prohibición de cambiarle el uso al pazo de Meirás, solo puede ser residencial. Sin embargo, la agencia inmobiliaria Mikeli, en la que la familia Franco lo ha puesto a la venta por ocho millones de euros, asegura que se podría utilizar también como hotel o restaurante porque por su experiencia en la venta de otros inmuebles declarados Bien de Interés Cultural (BIC), después de efectuada la operación "se negocia con el ayuntamiento" el cambio de uso. "Estas cosas se hablan después", declaró el gerente de Mikeli, Antonio Avilés. Ayer, el Gobierno municipal de Sada le replicó: "El Consistorio jamás autorizará un cambio de uso a no ser que sea para equipamiento o sistema general público".

El Ayuntamiento de Sada señala que hasta que se apruebe y entre en vigor el Plan Especial de Protección del Patrimonio en el ámbito del pazo de Meirás, los terrenos y el pazo están sujetos a la lei de Patrimonio que no admite el cambio de uso. El Ejecutivo municipal sadense, en un comunicado en el que repite varias veces la palabra "jamás", afirma que el uso del pazo de Meirás seguirá siendo residencial "hasta que se ponga fin a la vergüenza de su detentación por los Franco y se pueda incorporar al patrimonio público".

Respecto a la expectativa de la inmobiliaria de tantear la autorización para un cambio de uso por si algún comprador está interesado en montar algún tipo de negocio en lugar de que sea vivienda, el Concello también recalca que "no hay ni habrá negociaciones al respecto, jamás".

El Gobierno local recuerda que el pazo, al ser BIC, está protegido por la Lei de Patrimonio de Galicia y los terrenos son rústico protegido y por lo tanto "tampoco se va a permitir parcelaciones ni actos de transformación urbanística". Su declaración BIC también obligaría al posible comprador, entre otras cosas, a abrir el inmueble a las visitas cuatro veces al mes, y a pedir permiso a la Xunta para cualquier intervención en el edificio.