La experiencia de muchos años como trabajador social en el Concello de Oleiros le convirtió en la persona idónea para hacerse cargo de la Concejalía de Servizos Sociais, quizá el área más difícil pero con mayor repercusión social. Crespo, que también dirige el Plan Coordinador de Servicios Sociales del Consorcio As Mariñas, fue también uno de los impulsores de la creación del comité ético para abordar los dilemas a los que se enfrentan cada día los profesionales de esta área. Su gestión ha dado un vuelco a este servicio en Oleiros.

- Cuenta que a muchas personas les llama la atención, incluso les reprochan, que un concello como Oleiros no tenga un Centro de Información a la Mujer (CIM).

-Los CIM forman parte de una red de la Xunta y lo que implican es tener que hacer un papeleo y tener un cartel... Nosotros tenemos los mismos servicios y más que un CIM. No quiero que las mujeres vengan aquí a cubrir papeles y tener que decir si son víctima de violencia de género. Quiero que vengan aquí a otras cosas.

- Cuando llega el Día de la Mujer o el Día contra la Violencia de Género todo son actos, carteles... ¿Sirven de algo?

-Lo importante es trabajar todo el año. La sensibilización y la lucha contra la violencia están bien, de hecho allí estaremos en la manifestación y en la huelga por el Día de la Mujer. Pero yo prefiero trabajar en las causas que provocan la violencia, no solo la de género, la violencia en general. En Oleiros trabajamos en ello de forma transversal en igualdad, tanto en los colegios, como en las actividades culturales o deportivas.

- Su enfoque entonces es trabajar en la prevención, que las mujeres no lleguen a necesitar ir a Servicios Sociales.

-La imagen de una mujer con un ojo morado es solo la punta del iceberg. Detrás hay un maltrato emocional, psicológico, la mujer que muchas veces tiene aceptado un rol, lo tiene tan interiorizado que no es consciente de la desigualdad. No es fácil. Conoces a alguien y no te maltrata el primer día, va poco a poco, y te va aislando. Por eso creemos que hay que fortalecer a la mujer en todos los aspectos, para que no llegue a la situación de violencia, porque es consciente de lo que sucede. Trabajamos el bienestar físico y emocional. Las asesoramos y les cubrimos sus necesidades básicas cuando llegan tras una situación de maltrato sí, pero nos esforzamos en prevenir. Los políticos tenemos la obligación de que los ciudadanos lleguen a ser felices, ése es nuestro objetivo, y sí, es un objetivo ambicioso, pero no utópico. Nosotros en el área de Servicios Sociales a la persona que llega le damos toda la calidez y apoyo del mundo.

- ¿Qué acciones realiza el Concello para lograr ese objetivo de fortalecer a la mujer?

-Entre 2011 y 2012 pusimos en marcha un Plan de Igualdad que nos sirve de documento de trabajo, pero cada año vamos incorporando cosas nuevas. Organizamos un Obradoiro do Corpo, una actividad diseñada para mujeres que, mediante el ejercicio, se trata de revalorizar su identidad, fomentar hábitos de vida saludables y favorecer una mayor vida social. También creamos Movemente, un taller dirigido a fortalecer la conexión entre la mente y el cuerpo, respetando el ritmo de cada mujer y su proceso de introspección personal. Una actividad nueva que incorporamos es Luces, Cámara, Acción, enfocada en las emociones a través de la improvisación y donde al final se elabora un vídeo. Este taller se dirige tanto a mujeres como a hombres. También vamos a empezar con un obradoiro de desarrollo emocional, con intervención de carácter terapéutico que incluye actividad corporal y creativa; y otro de emprendimiento motivacional, dirigido al empoderamiento y fortalecimiento de la autoestima a través de técnicas como coaching o programación neurolingüística, enfocado al mundo laboral, a preparar una entrevista de trabajo por ejemplo.

- ¿Quién asiste a estos obradoiros?

-En el departamento de Servicios Sociales detectamos qué mujeres están en situación de vulnerabilidad y se les ofrece participar en estos talleres. Una psicóloga trabaja con cada una a nivel individual, cuando llega una persona que está muy baja, y después, cuando ya está preparada, la orienta hacia el obradoiro que le va a ir mejor, ya en grupo, que le permitirá despegar. Pero también abrimos estos obradoiros a todas las demás mujeres, creo que aún podemos ayudar a muchas más y por eso las animo a venir a probar estas sesiones, donde se realiza un trabajo interior muy importante. Son actividades dirigidas hacia las mujeres que quieren hacerse más fuertes, tener más confianza, estar más a gusto consigo mismas.

- Inciden en la conexión entre cuerpo y mente.

-Hay que buscar siempre esa conexión. No hacemos gimnasia al uso, es tratar de estar bien con tu cuerpo, con la gente que te rodea, con tu mente, buscar la armonía. Se practican técnicas de relajación, de respiración, expresiones artísticas, baile... Lo importante es que la gente lo pase bien. Mi objetivo es que no venga ninguna mujer a estos talleres porque no lo necesita. Y estos talleres los concebimos con la idea de que la mujer tenga un espacio para ella en el que se sienta cómoda.

- ¿Y hay hombres en esos obradoiros?

-Ahora mismo hay dos apuntados. A los hombres les cuesta manifestar y expresar sus emociones.

- Para evitar el maltrato, la desigualdad, la discriminación, hay que empezar lo más pronto posible, entre los niños y los jóvenes.

-En los colegios e institutos se trabaja mucho el tema del reconocimiento de la mujer, las emociones... pero además se trabaja con las familias, hacemos obradoiros dirigidos a padres e hijos, por ejemplo uno de redes sociales y adolescentes. Porque hay que trabajar en el contexto de la familia y educar para que los hijos sepan interpretar todo el montón de estímulos e información que reciben. Además, antes del inicio de todos los cursos hacemos una jornada abierta entre todos los que se han apuntado. En los jóvenes hemos visto que hay un patrón común en estos casos, la ausencia de referentes cercanos para los jóvenes. Muchos padres no ven a sus hijos hasta la noche, eso no hace núcleo. Pero hay que tener claro que la conciliación no es un problema de las mujeres, es un problema de la sociedad. Muchos sueños y carreras de mujeres se han perdido porque se les dio el rol de cuidadora en la casa. Esto hace débil a una sociedad. Y los niños hacen lo que ven en casa. Tienen que ver que un día mamá hace la comida y otro papá, igual con las camas, la limpieza. Una familia es un proyecto de todos.

- ¿Y los hombres están preparados para tratar con una mujer fuerte, que rechaza el rol que le han impuesto tradicionalmente?

-Cuando tu principal objetivo es buscar la debilidad del otro creo que tienes un complejo de inferioridad. Si necesitas machacar al otro para reforzarte. Se hacen actividades dirigidas a hombres para luchar contra esto pero yo prefiero trabajar con las mujeres, conseguir que ellas digan esa relación no me interesa, que nunca sean víctimas.