"El pazo de Meirás fue donado por el pueblo gallego a Francisco Franco mediante suscripción pública. Gracias a ese generoso donativo, Galicia ha contado con la presencia veraniega de quien fuera jefe del Estado durante la totalidad de su mandato". Este encendido alegato es un extracto del comunicado público de la Fundación Francisco Franco, entidad la que era presidenta de honor Carmen Franco.

La afirmación podría engrosar ahora la relación de pruebas para despojar a los herederos del dictador del pazo de Meirás al demostrar que la escritura de compraventa del inmueble por parte de Francisco Franco no fue más que una artimaña para conservar este bien adquirido mediante cuestaciones forzosas, recortes en nóminas de funcionarios y desvío de fondos públicosFrancisco Franco.

La Junta Pro Devolución del Pazo de Meirás aboga por impugnar ante los tribunales el título de propiedad al entender que existen pruebas concluyentes de que fue una simulación, un negocio ficticio. Estas son algunos de los documentos y testimonios "reveladores" que aportarán hoy los expertos jurídicos en una reunión.

▶Franco en diciembre de 1938: "Acepto gustoso [el pazo] por tratarse de un obsequio de mis paisanos". A finales de 1938, el dictador se desplazó a Meirás para la toma de posesión del pazo. Los medios se hacían eco del discurso del militar golpista: "Acepto gustoso por tratarse de un obsequio de mis paisanos". Al término del acto, estampó su firma en el pergamino.

▶Un informe de un teniente en 1939: "Si se supiese la cifra gastada en el pazo de Meirás, causaría asombro". Uno de los documentos más reveladores que mostrarán hoy los expertos jurídicos es el informe oficial y reservado que un alto mando del Ejército franquista envió en noviembre de 1939 a la Delegación Nacional de Provincias y que se conserva en el Archivo General de la Administración. Este alto mando dedicó un "capítulo aparte" al "asunto de la adquisición del pazo del Caudillo" por lo elevado del desembolso en su adquisición, ampliaciones y reformas. "Si se supiese la cifra gastada, causaría asombro", afirmaba. En su informe de tres páginas, este militar detalla que fue el pintor coruñés Fernando Álvarez de Sotomayor el que propuso y negocio la compra, que se cerró en 1938 y que supuso un desembolso de 415.000 pesetas. El informe constata el fracaso de las suscripciones, la quiebra de la Junta Pro Pazo y cómo se recurrió a aportaciones de los concellos de la provincia para financiar unos gastos en ampliaciones y reformas que parecían no tener fin.

▶El gobernador civil informaba en 1938 a través de un telegrama de la compra del pazo. La comunicación, dirigida al ministro de interior Ramón Serrano Suñer, data del 31 de marzo de 1938: "En nombre de esta ciudad y provincia, compláceme comunicar V.E. acaba de ser adquirido por pueblo coruñés el Castillo de Meirás para donarlo a nuestro Caudillo, confiando merecer honor sea su residencia veraniega cuando circunstancias guerra permitan", recoge el telegrama, transcrito en distintos medios de comunicación y de la Falange.

Una compra ante notario por parte del dictador sin entrega de dinero. La escritura pública de compra del pazo de Meirás por 85.000 pesetas que suscribieron en 1941 las herederas de Emilia Pardo Bazán y Pedro Barrié de la Maza en representación de Franco recoge que no hubo entrega del dinero en el acto y una cláusula para evitar reclamaciones futuras.