Veintidós años después de la primera manifestación de los vecinos de Sol y Mar para exigir el desvío de las líneas eléctricas que pasan a escasos metros de sus viviendas no se han movido ni un centímetro. La plataforma de afectados solicitó el pasado mes al Gobierno local que informase sobre el "estado de gestión" del traslado de las torres eléctricas. "Para nosotros es muy urgente y prioritario", advierten los vecinos de esta pequeña urbanización situada en la parroquia de Oseiro.

Los afectados exigieron al Ejecutivo municipal que explicase en el pleno municipal en qué fase está el traslado de las líneas eléctricas. La sesión se celebró el pasado miércoles sin que se hiciese mención a este asunto. El Concello explica ahora que está "pendiente" de que Red Eléctrica de España, propietaria de las líneas, elabore el proyecto de traslado, en el que se fijará el coste de los trabajos. El Ejecutivo municipal también señala que el trámite urbanístico para mover las torres ya está finalizado.

La plataforma de afectados destaca que el cambio de ubicación de las líneas ya se había aprobado en el pleno por "unanimidad" de todos los grupos municipales de Arteixo y asegura que está muy preocupada "por la ausencia informativa del traslado". No es para menos, ya que las protestas de los residentes han sobrevivido intactas durante cinco mandatos municipales. Y durante este tiempo, la Administración ha dejado prescribir dos convenios para financiar el traslado de las líneas. De nada han valido las proposiciones no de ley aprobadas por el Parlamento para urgir a la Xunta a desplazar las torretas.

En algunos casos las líneas eléctricas están instaladas a apenas diez metros de los pisos de Sol y Mar. La plataforma contra las torres de alta tensión ha recabado durante más de veinte años informes sobre los riesgos de la contaminación electromagnética, han contratado mediciones, se han reunido con médicos, políticos y abogados y han recabado firmas para intentar lograr el traslado de los tendidos. Por el momento no han tenido éxito en su reivindicación.

El Concello preveía hace cinco años que el traslado costaría cerca de 4,5 millones de euros. El alcalde, Carlos Calvelo aseguraba que Red Eléctrica pagaría 2,5 millones y el Ayuntamiento 1,5. Fuentes de la empresa afirmaron en 2015 que la ley marca que quien quiera mover unas torretas de una línea debe conseguir las autorizaciones y pagar la nueva variante, con lo que Red Eléctrica no colaboraría en el traslado -solo asume la redacción del proyecto-. La compañía de distribución de electricidad explicaba hace tres años que las líneas las compró a Unión Fenosa y que contaban con todos los permisos, además de que estaban construidas antes de que se edificasen las viviendas de la urbanización de Sol y Mar.