El informe histórico elaborado por Emilio Grandío Seoane y Manuel Pérez Lorenzo por encargo de la Junta Pro Devolución del Pazo de Meirás detalla los mecanismos que se emplearon para que la antigua residencia de Emilia Pardo Bazán acabase en manos de Francisco Franco. Y cómo la residencia oficial de veraneo del jefe de Estado, mantenida con fondos públicos durante toda la dictadura y en la que se celebraron hasta treinta consejos de ministros, pasó a ser propiedad privada del dictador.

Un "expolio" en cuatro actos en el que jugaron un papel clave el Ayuntamiento de A Coruña, la Diputación y el Gobierno Civil.

1938. Las élites coruñesas plantean la compra del pazo para "agasajar" a Franco y afianzar su posición. El relato arranca en 1938, en plena Guerra Civil, un momento marcado por la represión y el uso de métodos coercitivos para lograr fondos con los que satisfacer las necesidades bélicas de los sublevados. Un sector de la elite coruñesa plantea la posibilidad de comprar una residencia de veraneo al dictador y afianzar así su posición con la cercanía del jefe de estado. La iniciativa surge en la Comisión Permanente del Concello de A Coruña en marzo de 1938 y da pie a la constitución de la Junta Local de Iniciativas por parte del gobernador civil Julio Muñoz de Aguilar. Formaban parte de la junta, el alcalde y concejales de A Coruña y el presidente de la Diputación.

Anuncio de la compra y constitución de la Junta Pro Pazo. Las gestiones se pusieron en marcha con rapidez. El por entonces edil Álvarez de Sotomayor propuso el pazo de Meirás, un edificio con trazas medievales que contribuiría a construir la imagen del "Caudillo" y que tenía una hipoteca formalizada con el Banco Pastor, propiedad de uno de los principales impulsores del proceso: Pedro Barrié de la Maza. La "feliz iniciativa" de Sotomayor fue acogida con "gran entusiasmo", recogen las actas municipales. Unos días después, este pintor coruñés se desplazaba a San Sebastián para negociar su compra. El 31 de marzo el gobernador civil informaba de la misma al ministro de Interior, Ramón Serrano Súñer, a través de un telegrama. Una vez anunciada la adquisición se hace pública la creación de la Junta Pro Pazo del Caudillo para financiar la operación.

Diciembre de 1938. Entrega del pazo al dictador. Francisco Franco tomó posesión del inmueble el 5 de diciembre de 1938 en calidad de "fundador del Nuevo Imperio, Jefe del Estado Generalísimo de los Ejércitos y Caudillo de España". La premura en entregar el inmueble llevó a financiar la operación con un crédito de 500.000 pesetas para financiar la compra y las reformas necesarias. La suscripción popular, en la que se emplearon medios coercitivos, pronto se demostró insuficiente para financiar los gastos, que iban en aumento con todo tipo de reformas y ampliaciones. El fracaso de la colecta llevó a los ayuntamientos y administraciones a aportar cada vez más fondos "Si se supiese la cifra gastada en el pazo de Meirás, causaría asombro", recoge un informe de un alto mando del Ejército franquista en 1939. Los ingentes gastos provocan su quiebra y será Pedro Barrié de la Maza quien pilote el proceso.

1941. Escritura a nombre de Franco. Barrié de la Maza, en representación de Franco, firmó en 1941 un acuerdo de compra con las herederas de Pardo Bazán sin entrega de dinero ante notario ni mención alguna a la anterior donación. El informe detalla cómo la Administración asumió los gastos de mantenimiento y reforma durante toda la dictadura.