Troncos, escombros y hasta dos viejos depósitos de propano. Las obras de saneamiento que se ejecutan en la calle Curros Enríquez, en O Graxal, han dejado a la vista elementos como los dos tanques de gas fuera de servicio, fragmentos de árboles, hierros y un relleno formado por residuos sin compactar, que obstruían la red de saneamiento, que registraba "numerosas incidencias por atascos" y producía filtraciones que podían afectar al entorno, motivos por los que se decidió realizar la obra.

El hallazgo de estos elementos bajo el suelo ha demorado la fecha prevista para la reapertura de la calle Curros Enríquez al tráfico rodado "con el fin de garantizar la seguridad de los trabajadores de la obra y de los vecinos", explica el Gobierno local en una carta que acaba de remitir a los vecinos para explicarles las causas de la demora. En la misiva, el Ejecutivo cambrés aclara que la obra, pese al retraso en la apertura de la vía, está dentro del plazo fijado en la adjudicación.

Los trabajos se iniciaron para subsanar las "numerosas incidencias de atascos y acumulación de residuos" que sufría en ese tramo la red de aguas fecales, construida hace más de treinta años, informa el Concello. Además, al ser de hormigón las tuberías, las juntas producían filtraciones al terreno, "lo que lleva una deterioración ambiental del suelo y de los posibles acuíferos subterráneos existentes", señala el Ayuntamiento en la carta enviada a los vecinos. El Concello explica que "al abrir la calle aparecieron incidencias con las que no se contaba, entre ellas dos depósitos de gas propano (sin servicio), numerosos troncos y hierros que obstruyen la red de saneamiento y un relleno formado por escombros sin compactación", describe la misiva.

El Ayuntamiento prevé que la calle pueda reabrirse al público a finales de este mes. Calcula que la obra estará también finalizada por esas fechas. Las obras de mejora del saneamiento en ese tramo se llevan a cabo de acuerdo a un proyecto elaborado por la ingeniera municipal hace años y que se había quedado en un cajón. Ahora, el Gobierno local ha decidido incluirlo entre los proyectos que se financiarán con cargo al POS provincial. Los trabajos consistirán en sustituir un tramo de 175 metros de tubería de antigua por otra de PVC para evitar los problemas de atascos y filtraciones.