La carretera que enlaza Meicende con la rotonda de Sabón, en Arteixo, cuenta con hasta cuatro cruces peligrosos, en los que los conductores deben tener los cinco sentidos activos si no quieren sufrir un accidente de tráfico. El principal problema es la falta de visibilidad, que en algunos casos es muy acusada. Hay uno en Meicende, dos en Pastoriza y uno en la urbanización de Sol y Mar.

La intersección que más quejas suscita entre los vecinos es la que hay entre el paseo del Santuario y la travesía de Pastoriza. Este cruce se sitúa en un cambio de rasante muy pronunciado que impide ver a los coches que circulan en dirección Arteixo. Esta es la salida que usan los clientes del mesón y cualquiera que acceda al entorno de la plaza del Santuario, donde está la iglesia y hay varias viviendas y comercios.

El problema se agrava debido a que hay un semáforo de pulsador que bloquea el tráfico en el cruce cuando se pone en rojo y a que hay dos paradas del autobús al lado. A este cóctel se suma que enfrente está la calle que permite llegar a la escuela infantil y al instituto. En las horas punta se forma un "caos" de tráfico en este punto, según han relatado los vecinos de la zona.

El Concello ya anunció que pretende expropiar dos casas -una en la calle de la Iglesia y otra en el paseo del Santuario- para ampliar los cruces, de tal modo que los conductores tengan más visibilidad. Por el momento no han comenzado los trámites.

Muy cerca está situado el cruce con la avenida de Pastoriza. Se trata de un punto con bastante intensidad de tráfico, ya que este es uno de los pocos viales que conecta con la carretera de A Grela-Sabón por A Maceira. En este caso la visibilidad no es mala. El problema es otro. En este punto se producen muchos giros. Los vehículos que vienen desde Meicende y quieren bajar hacia A Maceira bloquean el carril si hay tráfico en el sentido contrario.

Meicende cuenta con un cruce en el que los conductores que se incorporan a la travesía principal apenas tienen visibilidad. Se trata de la calle del Embalse, que discurre por delante de las compuertas de la presa. Los conductores se encuentran con que los contenedores y algunos coches aparcados impiden ver el tráfico que llega por la izquierda, lo que dificulta la maniobra.

Otro punto conflictivo es la rotonda de urbanización de Sol y Mar, situada en la parroquia de Oseiro, en la que confluyen las calles Lope de Vega y Tirso de Molina. Esta glorieta está pegada a la carretera general, lo que provoca que los coches que entran a esta urbanización por este punto tengan que hacer un giro brusco y tardan en ver si hay tráfico hacia su derecha. A esto hay que añadir que suele ser frecuente encontrarse vehículos que bajan a gran velocidad por la calle Tirso de Molina.

La carretera de Meicende a Sabón es de titularidad del Concello desde 2015, cuando la Xunta aprobó transferírsela. El Gobierno local solicitó al Ejecutivo gallego que le traspasase la titularidad para "poder dirigir el tráfico y estructurar el aparcamiento" porque consideraba que se ha convertido en un tramo urbano. El Gobierno municipal también alegó que de esta forma podría negociar directamente con el Ministerio de Fomento la construcción del enlace de Meicende, una conexión entre este vial y la autovía de acceso al puerto de Langosteira.