El Gobierno local de Carral asegura que se han aceptado "casi todas" las alegaciones presentadas al Plan xeral de Ordenación Municipal (PXOM), más de 600. El alcalde, José Luis Fernández Mouriño, asegura que se han admitido la mayoría de las reclamaciones y apunta que en la actualidad espera los informes sectoriales de varias administraciones para comprobar si resulta necesario introducir cambios en el proyecto urbanístico o puede llevarse ya a pleno para su aprobación provisional, cuando ya se acumulan cinco años de retraso con respecto a los plazos previstos para la aprobación definitiva por la Xunta cuando se adjudicó la redacción del planeamiento a Estudio Técnico Gallego.

El regidor estima que el informe de la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural será el que más tarde en llegar. Apunta Mouriño que este ente autonómico debe tener en consideración aspectos de especial complejidad, como el paso del Camino Inglés de Santiago por el municipio. Señala que también está pendiente el visto bueno de la Dirección General de Carreteras, dependiente del Ministerio de Fomento; o de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) por la afección del aeropuerto de Alvedro.

El alcalde carralés evita ahora estimar un plazo para la aprobación del documento urbanístico. En cuanto a las alegaciones, la oposición reclamó en varios ocasiones en los plenos municipales que se les de respuesta antes de someter el plan a aprobación provisional.

El elevado número de reclamaciones presentadas al documento llevó al Gobierno local a proponer una ampliación de plazo de exposición pública en 2016, iniciativa que la oposición apoyó entre críticas al documento, que el PSOE consideró "muy malo" y cuya legalidad llegó a cuestionar, igual que Asemblea Cidadá de Carral-Son. El alcalde admitió "posibles errores" en el proyecto.

La Intervención municipal había advertido, en su informe al plan general cuando se sometió a pleno, en el que fue aprobado por el Gobierno local en solitario y con los votos en contra de PSOE y Asemblea, de sus dudas sobre la viabilidad del plan. La interventora consideró "excesivamente optimistas" y "rozando lo utópico" las previsiones sobre la capacidad de inversión y el crecimiento e industria proyectados. La funcionaria apuntó a la subida de tasas e impuestos como vía para lograr un incremento de fondos en las arcas municipales que permitiese el desarrollo del plan.

Cuando se reciban los informes sectoriales -y se incluyan cambios, si lo requieren los organismos competentes-, el Concello podrá aprobar el plan provisionalmente. Y después la Xunta deberá decidir si le da el visto bueno definitivo.