El alcalde de Sada, Benito Portela, rechaza ceder a lo que considera un "chantaje " y una "extorsión" de la familia Franco. El regidor ha dejado claro que no revocará el acuerdo del pleno que declaró non gratos a los herederos del dictador por sus trabas para visitar el pazo de Meirás, Bien de Interés Cultural desde 2011, y por su decisión de encomendar las visitas a una fundación fascista para que exalte la "grandeza" del dictador. La revocación de este acuerdo ha sido la condición impuesta por la familia para ceder al Concello una finca sin uso para construir aceras en la DP-5812, la carretera que discurre frente a la que fue residencia de veraneo del dictador. "Los herederos de Franco ni van a revocar el acuerdo de una Corporación democrática, ni van a impedir la realización de una obra históricamente demandada por los vecinos de Meirás", adiverte Sadamaioría a través de las redes sociales.

La parcela que los Franco se niegan a ceder gratuitamente para la construcción de aceras está ocupada por vegetación desde hace años. La finca tiene una superficie de 501 metros cuadrados, pero la superficie que se ocuparía con la obra es de unos dos metros del frente. El albacea de la herencia de Carmen Franco ha comunicado al Ayuntamiento que no cederá este terreno para mejorar la seguridad viaria en la zona si el Consistorio no revoca antes lo que considera una "afrenta pública" que "no tiene precedentes en el mundo civilizado".

El partido que ostenta la Alcaldía de Sada considera que los herederos del dictador mantienen los "modos de proceder del franquismo". "¡Bienvenidos al mundo civilizado!", ironiza en respuesta a la carta del albacea.

El Gobierno local de Sada, que ha obtenido ya la cesión de varias de las parcelas afectadas por la obra, recurrirá a la expropiación para hacerse con los terrenos.