La demanda de plazas para el instituto Rego de Trabe, inaugurado en enero de 2016, supera ya la oferta. El centro había resuelto la situación hasta ahora al formar cuatro aulas en primer y segundo curso de ESO pese a ser un instituto de línea tres, es decir, de tres aulas por nivel. Para el próximo curso, el centro oferta solo plazas para tres clases, 90 vacantes, lo que ha provocado que trece alumnos procedentes de los colegios adscritos a este instituto, el Sofía Casanova y el Isaac Díaz Pardo, se hayan quedado fuera en el plazo de solicitud para primero de ESO, denuncian los padres.

La Xunta confirma la supresión de cara al nuevo curso de la cuarta aula extra dado que "es un instituto de línea tres". Los chicos que se queden sin plaza en este centro tras baremarse los criterios objetivos serán escolarizados en el Blanco Amor, "un instituto que está en la misma parcela del Rego de Trabe y que incorporó el Bachillerato precisamente a petición de las propias familias", dice la Consellería de Educación. Los dos institutos están construidos en antiguos terrenos de la Universidad Laboral, en extremos opuestos. La Xunta asegura que el jefe de Inspección educativa recibió ayer a los padres de los niños que habían solicitado plaza en el Rego de Trabe y les explicó el procedimiento.

Los padres lamentan que la insuficiente capacidad del Rego de Trabe vaya a obligar a sus hijos a escolarizarse en centros más alejados de sus viviendas. "Aún no lleva tres años abierto y ya hay un problema de ocupación. Para primero de ESO entraron 78 alumnos y 13 quedaron fuera", asegura la madre de una de las alumnas afectadas, Isabel Martínez. Su hija, procedente del Isaac Díaz Pardo, tendrá que matricularse en el Blanco Amor en caso de no haber cambios en las listas provisionales. "Y tenía puntuación por proximidad", apunta su madre, que ha presentado una reclamación en el instituto y otra dirigida a Educación, presentada por registro en la Delegación de la Xunta de A Coruña, junto con otros padres. Ahora, varios afectados recogen firmas y ayer colgaron una pancarta en la entrada de O Burgo, explica Martínez.

Las molestias de escolarizar a los chicos en el Blanco Amor consisten sobre todo en la mayor distancia con respecto a sus hogares. "Nos coge muy lejos, los niños tendrían que depender de sus padres para que los lleven y los traigan. En mi caso, por 50 metros no llegamos a los 2 kilómetros para tener autobús", explica esta madre, que asegura que le motivo del cierre de un aula es la apertura de Bachillerato para el próximo curso y defiende que las plazas para la etapa no obligatoria que hay en el Blanco Amor y la Laboral son suficientes.

El Concello apuesta por esperar a la mesa de escolarización que se celebrará este mes para ver los resultados definitivos. Después, se podrá estudiar si tomar medidas para reclamar servicios como el bus a los chicos a los que manden a un instituto que no pidieron, señala la concejal de Educación, Carmen Varela, quien advierte de que el mayor colapso llegará en dos años, dado que en 4º de Primaria ya hay una clase de más en cada colegio.