Muy callado en medio de la comitiva de eurodiputados, visitó ayer el pazo un sadense, Juan Pérez Babío, nieto de Josefa Portela, a quien le quitaron tierras y su casa para poder ampliar la propiedad de los Franco en Meirás.

"Querían ampliar en tres hectáreas. Mi abuelo hizo una casa con dinero de cuando estuvo emigrado en Estados Unidos, se vino en el 23 y se fueron a vivir a la casa en el 26. En el 38 vino un enviado de la Junta Pro Pazo y presionó a mi abuela para que se marchase de la casa y las tierras, que buscase otro sitio, ella se negó. Vinieron los falangistas a volver a presionarla, siguió negándose, la amenazaron con deportarla al frente y un día, junio o agosto, vinieron y ya le dijeron que tenían 48 horas para marcharse", relató Juan.

"¿Y quién se iba a negar en aquella época? Porque ya había muertos en las cunetas, mi madre que llevaba leche a vender a A Coruña, al coger el tranvía en Castelo, ya había visto dos personas en las cunetas", agregó.

Este sadense explicó que, tras la intercesión del párroco, al final les dejaron a la familia una casa de alquiler y después les dieron un dinero. Pérez Babío no quiere recuperar las tierras de su familia. Su deseo es que pasen a ser propiedad pública, de todos. "Esta propiedad ha sido mantenida con dinero público, las ampliaciones se hicieron con dinero público. En 1975 tenía que haber pasado ya a Patrimonio Nacional", aseguró.

Entre la comitiva de eurodiputados ayer en Sada estuvieron también los autores del libro Meirás: un pazo, un caudillo, un espolio, de Carlos Babío (pariente de Juan Pérez) y Manuel Pérez Lorenzo, además del exalcalde del BNG Abel López.