Temporales como Ana, Bruno, Carmen, Gisele o Hugo han logrado que en solo cuatro meses el embalse de Cecebre haya pasado del diciembre con menos agua embalsada al abril con más ocupación de la última década. La presa tiene casi el triple de agua que en el pasado diciembre.

Galicia, que el año pasado declaró la prealerta por sequía (tras meses sin una gota de lluvia), que levantó aún el mes pasado, registró el 4 de diciembre del año pasado el nivel de ocupación más bajo de al menos la última década en la presa de Cecebre de la que se surte la población del área metropolitana de A Coruña, con solo un 35,16%. Los responsables de Emalcsa, empresa que gestiona el abastecimiento, llegó a pedir a la población un consumo responsable del agua. De esta cifra ha pasado al 91,31% de ocupación, cifra que se registró el pasado 30 de abril y que supone la más alta de la última década también, pues fue superada por el mes de abril de 2008, cuando se contabilizó un nivel de llenado del 93,77%.

Las estadísticas del estado de los embalses que publica la Xunta suponen que Cecebre, en solo cuatro meses, ha logrado aumentar en un 160% el agua embalsada. A finales del pasado enero la presa estaba aún al 57,7% de ocupación y ahora ya supera el 90%.

La situación dio tanto la vuelta en estos últimos cuatro meses que el pasado marzo Emalcsa ya estaba soltando agua del embalse de Cecebre. De hecho había tanta agua y tanto empuje que laminó la base de un molino más que centenario en Galiñeiros (Cambre), y una parte de la edificación se desplomó sobre el cauce del río, tras su salida de la presa.

En el momento de este incidente había un 60% de agua embalsada y Emalcsa destacaba que estaba "soltando lo mismo que entra".

Llovió tanto en tan poco tiempo que en marzo se desplomaron los taludes que la empresa acaba de ejecutar al borde de la salida del agua de la presa, incluso se cayó parte del muro escollera de piedra que había levantado en las márgenes.