"A mi padre le diagnosticaron la enfermedad de Addison el 28 de marzo y el 8 de mayo les llegó la carta de desahucio", relata Amal. Arropada por amigos e integrantes de Stop Desahucios de Sada, esta joven reclamó ayer ante las oficinas del Banco Santander en A Coruña la suspensión del lanzamiento y una moratoria para sus padres, dos sexagenarios sin ingresos.

El día antes de que la Audiencia Provincial se reúna para deliberar sobre su recurso contra el lanzamiento, Stop Desahucios repasó ante los medios los pasos que habían dado durante este último año para intentar lograr una moratoria para este matrimonio, que se quedó sin ingresos tras bajar la persiana de su tienda de Sada durante la crisis.

La hija de los afectados, su representante legal y los integrantes de Stop Desahucios se reunieron primero con el Banco Pastor, que le pidió que "entregasen las llaves antes de negociar una quita"; después con el Popular y, ahora, con el Santander. Todas las reuniones se zanjaron sin acuerdo y el Banco Popular (ahora Santander) pidió a mediados del año pasado el lanzamiento.

La familia recurrió entonces los juzgados. Alegaron en su denuncia que este matrimonio de sexagenarios cumplía todos los requisitos que establece la ley de protección de deudores hipotecarios, ya que carecen de ingresos y superan los sesenta años y el padre padece una enfermedad grave y rara. Apelaron también al "carácter abusivo de la hipoteca", que ampara el vencimiento anticipado, una cláusula suelo del 6,5% y carece de cláusula de techo, lo que ha disparado los intereses.

"Les echan de la casa y les reclaman el total de la deuda a pesar de que ya han pagado el 70% del valor de la vivienda", denuncia Amal. El abogado de Stop Desahucios, Antonio Vázquez, recordó ayer que hay numerosa jurisprudencia que ha declarado abusiva la cláusula de vencimiento anticipado y que, en este caso, los intereses de demora que establecen las cláusulas de la hipoteca son tan elevados que absorben buena parte de lo abonado.

El juzgado de Betanzos rechazó su recurso y avaló el desahucio. "El auto no estaba motivado, se pidió una aclaración y se denegó", critica el abogado Antonio Vázquez. La familia solicitó amparo a la Audiencia Provincial, que se reunirá hoy para deliberar. Amal cruza los dedos. "Soy optimista, creo en la Justicia", afirma la hija del matrimonio, que está convencida de que el Banco Pastor incurrió en una "estafa" y se "aprovechó de la confianza de sus padres" y que acusa al Santander hace ahora "caso omiso al código de buenas prácticas". "El Santander compró el banco por un euro; yo le ofrezco dos por la casa de mis padres".