A las 12.44 horas los obreros retiraron barreras y vallas y quedaron abiertos al tráfico todos los ramales de la nueva rotonda en el cruce de Santa Cruz. El propio concejal de Obras, Rodrigo López Piquín, permaneció durante varias horas en la zona para comprobar el funcionamiento del tráfico, que fue fluido en todo momento. Aunque la glorieta está en funcionamiento, faltan remates, como el pintado de la calzada o de la veintena de plazas de parking exprés, que estarán finalizados en dos semanas.