El policía local de Culleredo (A Coruña, 1962) José Luis López Pazos recibió ayer un reconocimiento por el "tesón, perseverancia, esfuerzo y profesionalidad" que mostró al liderar la investigación que permitió dar con el autor de un atropello mortal con fuga el pasado 1 de enero en O Burgo. El Ayuntamiento cullerdense le concedió la mención honorífica en un acto con presencia de representantes políticos y de diversos cuerpos de emergencias y seguridad de varios concellos del área, que aplaudieron la coordinación entre fuerzas que permitió dar con el responsable pese a no contar con testigos y apenas sin pruebas, tras investigar 8.000 furgonetas cuyas características coincidían con lo poco que se veía en las grabaciones de un banco cercano al lugar del siniestro.

- ¿Había trabajado en algún caso tan difícil?

-No, en mis 32 años en el cuerpo este fue el caso más grave, porque se dejó a un hombre desamparado tras atropellarlo, y el más difícil. Se investigaron 8.000 furgonetas que podían ser la que cometió el atropello y teníamos muy pocas pruebas.

- La clave fue un trozo de faro.

-Sí, al colocarlo coincidían hasta los rallazos que tenía, que continuaban por el coche.

- Lo había encontrado usted.

-Sí, lo cogí yo cuando llegamos al lugar del atropello.

- Con tan pocas pruebas, ¿no pensó en desistir?

-Al principio pensé que se iba a entregar. Cuando pasaron unos días y vi que no, y que tardábamos en encontrar pistas, sí que hubo un momento de desazón. Pero nunca perdía la esperanza porque teníamos la colaboración de otras fuerzas, íbamos atando hilos y cerrando el círculo. Llegó un momento en que sabíamos que ya no podía destruir la furgoneta porque los centros de gestión estaban avisados, porque si no encontrábamos la furgoneta, podríamos encontrar al autor. Sabíamos que íbamos a tardar, pero las 8.000 furgonetas las íbamos a mirar. Ojalá no tardáramos tanto, pero el trabajo es así. El mayor logro fue ver la conjunción de tantos policías que bajo mi reclamo colaboraron, por eso yo tenía esperanzas, porque sabía que se le buscaba aquí y también en Arteixo, A Coruña, Ordes... Yo recibía al día montón de llamadas.

- Usted sabría motivarlos.

-Con 32 años en el cuerpo conocen todos, también la Guardia Civil. Necesitamos colaboración. Podía estar en Ordes o en Ribeira. Fuimos agrandando el círculo. Y la investigación poco a poco iba dando su fruto.

- ¿Cómo reaccionó el responsable cuando lo detuvieron?

-Yo no estaba pero al principio no lo admitió. Él no quería hacer lo que hizo. En los delitos de tráfico no es como en un otro delito, como un robo, nadie quiere atropellar y, si lo hace queriendo, es homicidio. Pero tiene que asumir las consecuencias. Quizá lo más feo de todo, lo que a la gente le dio más repugnancia, fue dejar al hombre tirado.

- Tenía antecedentes.

-Le había sido retirado el carné por puntos y ya había sido descubierto conduciendo sin carné.

- ¿A qué pena se enfrenta?

-Depende de la instrucción y el juzgado. Se le podría acusar de imprudencia grave y omisión del deber de socorro.