Un hombre delgado con sudadera gris y gorra, con pasamontañas y una pistola, atracó ayer la sucursal del banco Santander en el centro urbano de Guísamo (Bergondo) y se llevó alrededor de 4.000 eurosatracóbanco Santander Guísamo Bergondo. En el momento en el que entró en la oficina estaba la directora y subdirectora de la entidad y un cliente, Miguel Álvarez. Ninguno de ellos sufrió daños. El banco cerró todo el día.

Los hechos ocurrieron sobre las nueve menos cinco de la mañana, poco después de la apertura del banco. "Yo estaba dentro haciendo unas gestiones y entró un hombre, se tapó la cara con pasamontañas y de debajo de la ropa, del cinturón, sacó una pistola. Dijo que era un atraco, preguntó por el cajón del dinero y nos mandó tirar al suelo. No lo hicimos, y nos pasó para detrás del mostrador. Metió la mano en el cajón para coger el dinero, le pidió a una empleada que abriera la puerta y a la otra, la directora, que le acompañara. Ella debió de pasarlo mal también", relató Miguel Álvarez, testigo del atraco.

El ladrón huyó a pie con el dinero por una pista detrás del edificio de la sucursal, la calle Sobre Igrexa. "Una vecina al parecer lo vio quitarse la sudadera o chaqueta que llevaba y tirarla, y tenía una mochila debajo de la ropa. Le vio marchar corriendo por los caminos del final, que van a dar al monte", contó uno de los responsables del bar Centro, a escasos metros del banco.

El robo se produjo en menos de cinco minutos y al lugar acudió la Policía Local y patrullas de la Guardia Civil de Sada, Abegondo, Cambre y Culleredo, además de miembros de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic), especializada en respuesta rápida. Estos equipos tomaron huellas y testimonio a las empleadas y al vecino que fue testigo de lo ocurrido, además de preguntar a trabajadores del entorno del banco (carnicería, cafeterías, tiendas). En vehículos, y con chalecos, recorrieron la pista Sobre Igrexa y todos los caminos del entorno para tratar de hallar al atracador, que pudo tener algún vehículo cerca. Según una vecina, unos guardias abrieron un contenedor junto a la vía.

TESTIGO DE DOS ATRACOS

El vecino que estaba en la sucursal, Miguel Álvarez, curiosamente fue también testigo de otro atraco hace 25 años ocurrido justo enfrente a donde está ahora el Santander, donde hubo una sucursal del Banesto. "Entré detrás de los atracadores, eran dos, armados. Vi al interventor en el suelo y un atracador me mandó tirarme también. Aquel día lo pasé mal. Al final les cogieron. Por eso pensé al principio que lo de hoy era una broma. Por lo menos no le hicieron daño a nadie", explicó.

"A las nueve tuve un cliente que no había visto nunca, se sentó en una mesa, parecía nervioso y creo que era extranjero. A ver si fue ése", se preguntaba el responsable del bar.