El Concello de Arteixo y Fenosa ultiman un proyecto que permitirá desviar la línea eléctrica que atraviesa el área recreativa de O Seixedo, lo que permitirá abrir la pasarela peatonal, que no se puede usar desde septiembre de 2013. La Xunta la desmontó ese año de su ubicación original porque era incompatible con la reforma de la rotonda de Sabón (los trabajos implicaron la construcción de una glorieta elevada encima de la ya existente). El Concello la reinstaló a la altura del área recreativa en 2016, aunque no la abrió al público porque la estructura quedaba muy próxima a una torre eléctrica. Desde entonces ha permanecido así, sin que ningún vecino pueda utilizarla.

El Gobierno local explica que Fenosa ya ultima el proyecto para desviar la línea eléctrica del área recreativa de O Seixedo, donde en la actualidad hay varias torres eléctricas. La propuesta que está en elaboración supondrá el soterramiento de la línea, que pasará a estar ubicada en el borde de la carretera de Laxobre. El Ejecutivo municipal señala que prevé que las obras empiecen "este verano". El coste del proyecto y de los trabajos los asumirá íntegramente el Concello.

El Ayuntamiento decidió mantener cerrada la pasarela debido a que hay una torre de una línea eléctrica que está ubicada a muy poca distancia, lo que podría propiciar que alguna persona se subiese a esta estructura. El Gobierno local dejó sin construir uno de los accesos a la pasarela (el que hay en el área recreativa) para evitar que la gente usase el paso elevado.

La pasarela antes estaba ubicada al lado de la rotonda de Sabón. Allí la instaló el Concello en el año 2007 para facilitar el paso de peatones entre la avenida Finisterre y O Seixedo y Vilarrodís. En esta ubicación solo duró seis años. La Xunta la desmontó en el mes de septiembre de 2013 debido a que la pasarela era incompatible con la reforma de la rotonda de Sabón, que pasó a tener dos niveles de altura.

Las piezas de la estructura permanecieron en una parcela cercana a un restaurante durante varios meses hasta que el Concello inició los trabajos para reinstalarla a la altura del área recreativa de O Seixedo. Las obras acabaron a principios del año 2016, pero los vecinos siguieron sin poder utilizarla porque el Ayuntamiento decidió que el paso elevado continuase cerrado mientras no se trasladaba la torre de electricidad.

Algunos vecinos se cansaron de esperar a que el Concello abriese la pasarela, que carece del acceso en el lado del área recreativa, y llegaron a idear una solución improvisada: colocaron un trozo de hormigón y un contenedor para poder cruzar de un lado a otro por el paso elevado, que permite pasar por encima de la carretera que llega a la A-6.

El Concello construyó al lado de la pasarela un nuevo parque, que está ubicado en el lado más próximo a Vilarrodís. El Gobierno local decidió abrir esta zona verde en mayo del pasado año después de que estuviese cuatro meses cerrada desde que se acabase la obra.