El ya tradicional posado del Gobierno local de Betanzos dio el pistoletazo de salida a la Feria Medieval. Las calles del casco histórico ya están engalanadas para el viaje en el tiempo con el que la Ciudad de los Caballeros se zambulle en la temporada estival y el Concello ultima los preparativos para la vuelta al Medievo.

La concejala María Barral, acompañada por los ediles Diego Fernández y Andrés Hermida fue la encargada de presentar las novedades de la Feria Franca. El Concello impulsará este año el campamento medieval con más actividades para los más pequeños. A los talleres de cuero y hierro, se suman este año los de limpieza de lana, curtido de piel o trabajo en madera.

El aquelarre de la medianoche del sábado cae de la programación y será sustituido por un espectáculo de pirotecnia, zancudos, fuego y danza de los muertos a cargo del grupo de teatro La Recua. Esas son dos de las principales novedades de una edición de la feria que mantiene sus principales reclamos, como las recreaciones de la danza de las doncellas o la expulsión de los leprosos que pone el broche a la fiesta el domingo.

Tras un aperitivo para los más pequeños, los festejos comienzan el viernes con la apertura de los puestos artesanos y el campamento medieval. Durante la tarde, las calles se animarán con actuaciones de magia y, ya a las 21.00 horas, el señor de Andrade recalará en la ciudad para solicitar la apertura de la Feria Franca.

El padre franciscano de las veinte anteriores ediciones de la feria, Manuel Basoa, será el encargado de leer el pregón. Embutido en su traje de fraile de los leprosos, este veterano actor estuvo ayer presente en la presentación de los festejos. Todo un clásico de esta feria en la que participan más de 150 voluntarios a los que el Concello agradeció ayer su esfuerzo y colaboración.